EL ODIEL HABLA DEL AYAMONTE

Es evidente que se avecina una batalla de imprevisibles proporciones. Queda claro que nadie regalará nada. Sirva como prueba el partido de ida, en el que ambos intentaron, sin desmayo, conquistar cada centímetro del terreno de juego.

Y todo quedó en nada. Aunque hay quien apunta que el Alzira toma ventaja sobre el Ayamonte porque salió del Blas Infante virgen e inmaculado. Apuntaremos que es posible interpretar al pie de la letra el apunte. Pero queda claro que tienen toda la presión encima porque o marcan o se pueden perder en el océano. Y en esa fina línea se moverá el conjunto local, teniendo en cuenta que el Ayamonte está exactamente en la misma obligación, sólo que juega fuera.

Es el pase a la ronda definitiva por el ascenso a Segunda B, por lo que la cita se viste casi sin pretenderlo. Dicen que Alzira está en levantamiento y que no cabrá un alfiler en el Luis Suñer. Todos los técnicos defienden que los grandes jugadores se ven en los grandes partidos. Ya tiene una motivación más el Ayamonte.

Propongamos otra. De los equipos que juegan por el ascenso, el Alzira es el peor de todos como local. Es cierto que no hay dos partidos iguales. Pero les pesará la estadística como el Ayamonte se mantenga firme en su personalidad.
Es posible que salgan en el desmadre y es posible que el Ayamonte tenga que refugiarse en los compases iniciales. Desconocemos las intenciones de Rosado en el planteamiento del partido. Pero no nos imaginamos a estas alturas, al entrenador fronterizo haciendo exactamente lo contrario de lo que piensa. Siempre se le distinguió valentía. Y eso es lo que se espera de los rojillos en Alzira: pierna fuerte y valentía.

Rosado tiene el plantel al completo y por lo tanto hará el mejor once posible. En Ayamonte dejó fuera al argentino Claudio Pozzi para desnudar la convocatoria. Ahora entrará. Por lo que es probable que el entrenador haga alguna variante en el once titular, aunque no mostrará sus cartas hasta una hora antes de empezar el encuentro. Pero no cambiará la esencia. Y ese puede ser el camino del éxito. A última hora, el técnico tiene la duda de Luis Zambrano. El menudo jugador del conjunto ayamontino intentará forzar para ayudar a su equipo, aunque hasta última hora no se sabrá si podrá tener algunos minutos en el partido.

Nunca llegó tan lejos el Ayamonte. Así que ya tiene motivos para estar satisfecho. Sólo falta medir la ambición, las ganas de superarse. Alzira pone la mete y el reto. El empate a cero de la ida mete disputa e incertidumbre en todos los sentidos posibles.
Pero para escribir páginas gloriosas es necesario conquistar terrenos donde las espinas crecen más que las flores. El Ayamonte tiene la palabra. Que lo haga por él y por toda la provincia de Huelva. Que luego el mundo entero se lo agradecerá.