El Cádiz entrenó ayer en el estadio Ramón de Carranza, donde lo más novedoso fue el trabajo de David de Coz. El lateral derecho disputó el partido de entrenamiento con absoluta normalidad, por lo que entra en algunas quinielas para poder volver al once el sábado. Todo queda a expensas de los dos entrenamientos que faltan antes de recibir al San Roque de Lepe y del resultado de unas nuevas pruebas médicas que determinen si la fisura en un dedo del pie forma ya parte del pasado.
De Coz participó en el partidillo en su posición habitual y ofreciendo un rendimiento que parece demostrar que ha superado la dolencia que le ha tenido apartado del equipo por espacio de varias semanas. El zaguero está casi a punto, aunque su lesión requiere bastante prudencia y una seguridad máxima de que está curada del todo, ya que una recaída podría obligarle a parar otro buen número de semanas.
Desde que De Coz se rompiera de forma definitiva después del choque en Sevilla, cita en la que jugó infiltrado al no apreciarse entonces que padeciera una fisura, Moke ha sido el jugador que se ha reconvertido al lateral derecho. El centrocampista ha defendido la situación con luces y sombras en cuanto a su rendimiento, y ha acusado actuar en una demarcación casi desconocida.
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