No solamente estoy aquí para decir adiós, sino también para dar las gracias. Quiero dar las gracias en primer lugar a Pepe Rivera y Julio Peguero, ya que fueron ellos quienes hicieron posible que yo llegara aquí.
Gracias a mi representante, Emilio de la Riva y todos, y cada uno de los entrenadores que han pasado por aquí y me han enseñado tantas cosas. Gracias a sus cuerpos técnicos y preparadores físicos, en especial a Miguel Ángel Campos.
Gracias al cuerpo médico, en especial a César Quesada y Rodolfo. A los fisios, mención de honor a José por su trabajo y constancia, y por estar a mi lado en los malos momentos. Gracias al personal del club, a Mari, a Perico, a Cheche, a los porteros, a Alfonso el Chofer, a Nardy por su gran trabajo y por encima de todo a Manolo Pedraza, que es punto y aparte.
Gracias a todos vosotros también, por el respeto que me habéis tenido hacia mi persona. Gracias a la afición, me da mucha pena tener que despedirme aquí y no en el campo, como me hubiera gustado. Que sepan que me llevo en el corazón cada uno de sus aplausos y gritos de ánimo.
Gracias en general a la gente de Huelva, a todos esos amigos que en el día a día han hecho que me siente como en casa. Gracias a mis compañeros, buena parte de ellos grandes amigos. De todos he aprendido algo y me siento muy orgulloso de haber compartido vestuario con todos ellos. Gracias a mi mujer y a mis dos hijas.
Mis dos hijas flamencas, capillitas y recreativistas. Gracias por su apoyo, su amor incondicional, en los buenos y sobretodo en los malos momentos. Y la último y más importante.
Gracias a mi padre Adrián, que ha tenido que ver desde el cielo mis mejores momentos como profesional, y fue él quien luchó por mi e inculcó los valores más importantes que puede tener un ser humano, que así será un ejemplo para mi vida. Muchas gracias“.
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