Antonio Segovia, vivió este pasado fin de semana, una de las sensaciones más desagradables que se puede vivir en toda persona que se precie a nivel profesional.
Y es que, debió de ser duro el momento, en el que tu club de toda la vida, aquel en el que has jugado y por el que has trabajado hasta la extenuación, te declaraba persona non grata impidiendo el acceso a las instalaciones, al que fuera responsable de la cantera del conjunto recreativista durante mucho tiempo, comiéndose también todo tipo de Marrones, dentro de la entidad blanquiazul.
No merecía, tan duro castigo, el bueno de Segovia a la hora de recibir esa comunicación oficial, entendiendo que el nervense, no estaba buscado por la policía ni por robar ni por cometer delito de sangre alguno.
Desde aquí, Amigo Segovia, mi apoyo lo tienes y que te quede clara una cosa, el recreativismo, se lleva en la sangre, ahora por desgracia como todo en esta vida es un maldito negocio y no un sentimiento.
Siempre quedara tiempo para ver al recre, mi experiencia me dice, que hay vida más allá y mientras una puerta se cierra otras se abren para poder seguir viendo este deporte.
A los onubenses, les pido con ello también, que hagan un análisis pormenorizado, después de detalles como este, de en manos de quien hemos dejado al decano de España. Me da miedo todo esto.
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