
Con las obligadas reservas a las que obliga la pretemporada y más aún a estas alturas, la Balompédica dejó ayer impronta de poder competir y de sobras en la Segunda B la próxima andadura. Sin tirar cohetes. Sin hacer sonar las campanas, que luego llegan los desengaños. Pero el equipo de La Línea tuteó a un Decano que precisa una remodelación profunda en lo que queda de verano si no quiere sonrojarse más de una vez en competición.
La victoria, que a estas alturas del año sólo vale para engordar el ego, cayó del lado del más fuerte, pero en el cómputo de la pelea el empate a puntos hubiese sido el resultado más justificado
No hay comentarios:
Publicar un comentario