El Conil pasó por encima del hasta ayer líder de la categoría, la Olímpica Valvedeña, con un fútbol de muchos quilates. Los amarillos hilaron fino para no dejar respirar a los valverdeños que apenas tuvieron opción de demostrar todo su potencial. No fue el día de los pupilos de Antonio Martínez, quienes no consiguieron superar el planteamiento dispuesto por el conjunto local.
Los locales salieron en tromba y pronto demostraron con ocasiones sus ganas de conseguir los tres puntos. Fruto de ello llegó la jugada del penalti tras una acción elaborada. Narváez, como también hizo en Cortegana, no perdonó el lanzamiento.
Los visitantes no podían desprenderse del dominio gaditano. Los locales tenían entre ceja y ceja el segundo tanto, el que pusiera tierra de por medio. Juanlu fue el que se encargó de anotarlo ante el delirio de una afición entregada con su equipo.
Al entrenador de la Olímpica Valverdeña, Antonio Martínez, no le debió gustar el primer tiempo de sus jugadores, de ahí al triple cambio realizado en el descanso buscando que su equipo ganara en mordiente y agresividad en la zona ancha. Pero los intentos fueron inútiles ante la seguridad de la zaga local.
El Conil seguía volcado, en busca del tercer gol . Y así lo hizo Pedro, que nueve minutos después de entrar en el terreno de juego, en lugar de Baena, firmó el tercero que dejaba el duelo sentenciado.
La Valverdeña maquilló el marcador gracias a un penalti indiscutible que apenas tuvo transcendencia en el encuentro y que para nada empañaba el excelente encuentro de un Conil que empieza a carburar de verdad y que para los rivales es uno de los conjuntos a batir dentro del grupo.
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