Todos se emplearon a fondo en busca de una victoria que no llegó porque ambos pusieron de manifiesto pocos argumentos ofensivos, ya que las ocasiones claras de gol en las áreas fueron contadas. Salió el San Roque llevando la iniciativa y no dando opciones al Cartaya de superar la línea central del terreno de juego. La fuerte intensidad con la que se empleaban los jugadores de uno y otro bando hacía que los defensas se impusieran a los atacantes.
Superado el primer cuarto de partido, Vicente dispone de la primera oportunidad de inaugurar el marcador, pero envió fuera el balón por muy poco al cabecear un saque desde la esquina.
A partir de ahí los locales empiezan a sacudirse el dominio de los leperos e intentan salir jugando el balón desde atrás, principalmente por la banda derecha, buscando la verticalidad de Luis Zambrano, que mantuvo un fuerte duelo con su par Otón, que reiteraba las entradas en falta para poderle frenar.
Por la banda izquierda penetró David Pereira para poner en serios apuros al meta Isaac, que detuvo en dos tiempos el esférico tras el lanzamiento raso del delantero local y ante el intento de rematar de Zambrano, que entraba a segunda jugada (23') en la única ocasión reseñable de peligro del Cartaya en un primer tiempo que resultó igualado.
Tal vez la mejor ocasión del partido la tuvo Jonathan, que se aprovechó de un error de la zaga local para rematar cruzado y raso. El balón se le marchó fuera muy cerca de la base del poste izquierdo (32').
Se llegaba así al descanso con la esperanza de que ambos equipos expusieran más argumentos ofensivos. Pero la segunda parte fue más de lo mismo. Los dos cuidaban mucho sus espaldas y no arriesgaban en defensa, alejando el esférico de las inmediaciones de su área sin contemplaciones.
El césped estaba muy rápido como consecuencia de la lluvia caída antes del partido y no facilitaba el control del balón. Cualquier error en defensa podía costar caro ante la poca fluidez en ataque de las delanteras.
Apenas reanudado este derbi, David Pereira realiza una buena jugada como extremo izquierdo, evita la entrada de hasta tres contrarios y cede el balón atrás para que desde fuera del área remate Ríos y lo mande por encima del larguero.
El técnico visitante, Alejandro Ceballos, da entrada a Raúl Domínguez buscando más mordiente en ataque. Le responde su colega rival, Cándido Rosado, haciendo dos cambios en su ataque, con Rubén y Barba. Los dos ponían lo mejor de cada casa en busca de la victoria, pero la fuerte presión que en defensa hacían sobre el balón no permitía a los delanteros disponer de oportunidades en las áreas.
Sólo desde fuera del área o a balón parado parecía posible inaugurar el marcador electrónico, porque en las inmediaciones del punto de penalti no había opción para los remates. No obstante, Joaquín consigue asistir a Jonathan para que éste empalme y mande el balón a las manos de un bien situado Nacho (69').
El Cartaya intentaba salir jugando el balón al contragolpe para sorprender a la segura zaga lepera, lo que no consiguió en todo el partido. Por su parte, el recién entrado Cassiano remataba al cuerpo de Nacho (76') y respondía Barba con un remate a la media vuelta (83') que mandaba el esférico fuera.
En la recta final del encuentro sólo destacar la emoción y la incertidumbre por el resultado en un partido en el que los respectivos porteros no tuvieron apenas ocasiones de emplearse a fondo. Tanto el Cartaya como el San Roque se respetaron mucho y no quisieron marcharse de vacío, por lo que al final el empate dejó contentos a unos y otros, ya que el punto conseguido les sirve a los locales para seguir poniendo tierra de por medio con la zona de descenso, y a los visitantes para continuar en la zona noble de la clasificación.
Al final, pese a que no hubo goles, todos contentos en un derbi de la máxima rivalidad en el que la deportividad sobresalió en la grada y en el terreno de juego, y en el que se vio poco fútbol y sobró tensión en los contendientes.
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