El Pozoblanco no pasó del empate ante el Ayamonte, pese a gozar de numerosas ocasiones para haber desequilibrado el marcador, especialmente en los primeros cuarenta y cinco minutos de juego. El equipo onubense, por su parte, también lo intentó al contragolpe, aunque cuando se quedó con diez hombres por expulsión de Guarte se limitó a defender con mucho orden en su propia área el empate inicial.
En sala de prensa, Moreno Rosillo atacó con cierta dureza a su plantilla, achacándoles falta de actitud, tanto en los partidos como en los entrenamientos.
C.D. Pozoblanco 0-0 Ayamonte C.F.
C.D. Pozoblanco: Óscar Benito, José, Pablo (Rizos, m.79), Acaíñas, Tato, Alberto (Alfonso Gutiérrez, m.58), Isidro, Balsera, Juanmi, Gervasio, Gambeta (Fran, m.84)
Ayamonte C.F. Miguel Rosa, Chechu, Yeyo, Gregorio Molina, Chuchu, Manolo Barba, Claudio Pozzi, Palma, Guarte, Pepe Puntas, Benítez.
Árbitro: Lara Rodríguez, de Ceuta. Amonestó a los locales Alberto, Balsera y Gambeta; por el Ayamonte, a Palma, Puntas y en dos ocasiones a Guarte, siendo expulsado.
Incidencias: Partido correspondiente a la 13ª Jornada de liga. 600 espectadores.
Comentario: De poco le ha valido a los de Rosillo su salida en tromba en los primeros minutos. Porque el sinfín de ocasiones que generaron no concluyeron en nada positivo. Primero Balsera remató flojo a las manos de Rosa y más tarde Isidro cruzó demasiado a la derecha con todo a su favor. Un contragolpe de cuatro jugadores blancos terminó en nada cuando el gol ya se cantaba. Y todo esto en seis minutos. El público se lamentaba de las múltiples oportunidades perdidas. Con razón, naturalmente.
A partir del primer cuarto de hora, se enfrió el encuentro y el Ayamonte quiso hacerse notar, especialmente con balones cruzados sobre la meta de Benito. Sin embargo, el Pozoblanco seguía avasallando a córners a los onubenses. En uno de ellos, Tato se ‘llenó’ de balón y desde el punto de penalti envió el cuero fuera del recinto deportivo. En el minuto 28, el colegiado perdonó la segunda amarilla a Alberto en una jugada muy protestada por el banquillo ayamontino. Numerosas faltas por ambos bandos deslucían el juego. Gervasio ejecutó una de ellas desde treinta metros. El balón buscaba con ansiedad la escuadra derecha, pero Rosa voló hacia allí para despejar la que sería última gran ocasión del Pozoblanco en el encuentro. Por su parte, el Ayamonte a punto estuvo de irse al descanso con victoria si José no acierta a sacar debajo de los palos un envenado balón.
El comienzo de la segunda parte en nada se pareció al de la primera. Es más, fueron los visitantes los que más y mejor se acercaron al área contraria, con remates de Pozzi y Benitez que no subieron al marcador de verdadero milagro. La pólvora estaba mojada en ambos equipos, cada uno en una mitad. Alfonso Gutiérrez, tras el rocambolesco caso que nos tuvo entretenidos toda la semana, saltó al campo en sustitución de Alberto. Sus centros y sus regates no tuvieron el fruto deseado. La expulsión del ayamontino Guarte, en el minuto sesenta y nueve, provocó que ya sólo se atacase sobre una portería, la de Rosa. Pero sin acierto ni calidad, apenas si inquietaron al buen guardameta visitante. Un remate de cabeza de Tato sí pudo haber desequilibrado la balanza, pero hoy estaba claro que ni con tres horas de juego el balón entraría. Un desacertado y postrero disparo de Gutiérrez dio paso al pitido final y a las declaraciones en sala de prensa de un enfadadísimo Moreno Rosillo.
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