
La temporada, un tanto extraña, de la Olímpica tuvo un punto de inflexión el pasado fin de semana con el triunfo del Tesorillo en el Javier López Zarrita. Los muchos dólares invertidos en este equipo no han dado el fruto apetecido y el público mostró su desaprobación a la finalización del encuentro. Ojito con ese equipo, pues, una nueva cantada le colocaría al borde del abismo en un año en el que los resultados, sentimientos personales, mal rollo en el vestuario y algún error técnico –táctico, pueden llevarlo, a poco que se despisten, al borde del abismo.
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