
A 90 minutos –que pueden ser 120 en caso de prórroga– de la gloria. Esto es lo que les depara a los equipos de Balears que este fin de semana juegan su último y decisivo partido de la presente temporada, el más importante, el que tiene que decidir si ascienden o no a Segunda B.
El primero en entrar en liza es el Binissalem, que juega esta noche en Lepe ante el San Roque. Los mallorquines necesitan ganar o empatar con goles después de igualar a cero en el partido de ida en el Miquel Pons.
"Será un partido largo. Puede que 90 o 120 minutos, y serán intensos", señaló ayer el entrenador del Binissalem, Tomeu Pons, que añadió: "Afrontamos el partido con mucha ilusión y con ganas. Hemos llegado hasta aquí y no todos lo hacen. Iremos a por el triunfo pero no saldremos alocados ya que el partido no se resolverá en los primeros minutos".
Un posible once del Binissalem será el formado por Xavi, Miquel Àngel Salas, Fuster, Toni Salas, Jota, Jaume Ramis, Vicenç Reynés, Contreras, Morgado, Oliver y Tomeu Reynés. También se desplazaron Maqueda, Plata, Monse, David García, Santos y Muntaner.
El viaje, una odisea
El Binissalen está desde ayer en tierras onubenses. La expedición binissalemera, que estará arropada por un centenar de aficionados que también se desplazaron ayer, vivió una odisea con el viaje ya que la compañía facturó más billetes que capacidad tenía el avión, lo que supuso que la mitad de la plantilla viajara vía Sevilla y la otra por Faro (Portugal).
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