El técnico del conjunto ayamontino, Cándido Rosado, reconoció que habían hablado con el presidente y la secretaría sobre este asunto: "Le hemos manifestado nuestro deseo de seguir jugando en el Blas Infante. Independientemente de que el terreno de juego sea de césped natural o artificial, nuestra idea es continuar en él por sus dimensiones, pues nosotros tenemos gente con desborde y con velocidad, a la que le convendrían espacios grandes", afirma Rosado.
El entrenador asegura que "el tema de las dimensiones es fundamental para nosotros. Aunque el Ciudad de Ayamonte sea un estadio muy acogedor, tendríamos más dificultades para superar a cualquier equipo que llegué aquí a encerrarse. Quiero dejar claro que el club siempre ha apostado por jugar en el Ciudad, pero tenemos que buscar los intereses deportivos, y por eso aconsejamos que se trate el tema con mucha delicadeza".
Habló también Manolo Barba, capitán del equipo, en representación de la plantilla: "Hemos hablado con el míster y pensamos que las características del Ciudad de Ayamonte nos nos benefician en nada. Es una pena, porque el estadio es muy bonito, pero incluso la gente que ha llegado nueva esta temporada quiere quedarse en el Blas Infante, una vez que ha conocido el césped tan magnífico que tenemos, mientras que el otro terreno presenta un estado muy irregular, a pesar de que lo hayan tratado últimamente", afirma el jugador. La plantilla y el cuerpo técnico ya han dado su opinión, y ahora sólo cabe esperar una decisión definitiva.
La liga comienza el próximo 30 de agosto, y en la primera jornada el Ayamonte visitará tierras norteafricanas para medirse al Muralla de Ceuta. Será el 5 o el 6 de septiembre cuando los de Cándido Rosado disputen su primer partido de la nueva temporada en su estadio. Será ante equipo sevillano del Marinaleda, un club recién ascendido al grupo décimo de la Tercera división.
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