El Racing Portuense perdió su primer encuentro de la temporada ante un Ayamonte Club de Fútbol que se desenvolvió con oficio sobre el artificial de El Cuvillo, demostrando ser un equipo muy hecho a la categoría y con bastante pegada, aunque defensivamente acuse ciertas lagunas.
Los rojiblancos se encontraron casi siempre incómodos en el choque, exceptuando los minutos posteriores al empate y los últimos de la contienda, cuando la desesperación acostumbra a originar peligro.
El Ayamonte, de verde fluorescente, encontró la luz cuando, pocos minutos después de comenzar el partido, Guarte sacaba una falta y Chuchú bordaba la jugada de estrategia peinando con acierto ante Ismael.
Sólo tres minutos después, la escuadra que entrena Cándido Rosado volvía a advertir de su potencial, pero Luis Zambrano enviaba alta su vaselina. El Ayamonte contraatacaba bien, provocando numerosas faltas en las inmediaciones de la frontal, pero los rojiblancos no desfallecían: cuando la pugna se acercaba al descanso, Parra saca de banda empujando el cuero hasta con la última costilla, Mere prolonga hacia Villalba y el ariete demuestra su calidad dándose la media vuelta y enviando el balón a la red muy cerca del palo diestro de Nacho, en una de esas acciones que certifican a los catedráticos del área.
La contienda se presentaba vibrante pero los ayamontinos se mostrarían muy cómodos en la segunda mitad, sobre todo a raíz de adelantarse de nuevo en el marcador, logro conseguido merced a una falta magistralmente ejecutada por Manolo Barba y no muy bien defendida por los de Manzano, que además contaron con la fatalidad del resbalón de Ismael cuando se dirigía a una bola ya de por sí compleja.
Los visitantes se permitieron incluso el lujo de errar un pronto contraataque del que se habrían acordado caso de no alzarse con la victoria final, mientras que el Portuense se dispuso al riesgo, sacrificando a Juanca por Villalustre. Las siguientes acciones llevarían la firma onubense, como un disparo fuera de Pozzi (77'), hasta que el choque entró en una dinámica en la que cualquiera podía anotar: Alberto no definió ante Nacho tras una brillante acción de José Antonio (78') y Gonzalo tampoco resolvió ante Ismael (85'). En el tiempo de descuento, Lolo Prado consiguió dejar en inferioridad al rival tras sacar una falta con picardía y rapidez con el único objetivo de provocar la segunda amarilla del obstaculizador Engonga, pero la inteligente artimaña carecería de efectividad en el marcador.
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