El San Roque de Lepe explicará hoy el interés de los inversores ingleses que han hecho una oferta para gestionar al club mediante la conversión del mismo en Sociedad Anónima Deportiva (SAD), para lo que ya han contactado con los actuales dirigentes del San Roque.
El alcalde de Lepe, Manuel Andrés González, acompañado de otros miembros de la junta rectora del Club Deportivo San Roque de Lepe, informará hoy en rueda de prensa, sobre las conversaciones mantenidas con inversores ingleses -vinculados con el Chelsea de Londres- sobre su interés en el club aurinegro.
Esta convocatoria se realiza después de que la junta rectora del club lepero haya mantenido encuentros informativos e intercambio de impresiones al respecto con todos los sectores vinculados con el San Roque.
El objetivo es que el San Roque de Lepe se mantenga como mínimo en Segunda División B, con la idea de que dé el salto de categoría cuanto antes. Incluso se ha hablado de que en el caso de que el San Roque siga en los puestos altos al final de la primera vuelta, se invertiría en una serie de fichajes para intentar jugar las eliminatorias de ascenso. “La situación quedará amarrada perfectamente, y nunca habrá peligro de que el club pierda su identidad, pero al mismo tiempo será una gran cantera de futbolistas y su crecimiento deportivo y saneamiento económico será constante”, según han indicado a este diario fuentes cercanas al proyecto.
Así mismo, si se cierra la operación, como todo parece indicar, Lepe será sede de la pretemporada de varios clubes ingleses de nivel, así como se ubicará en el municipio una escuela de fútbol, y todo además “perfectamente amarrado” para que el 20% de todos los beneficios que genere repercutan directamente en el club y en el municipio en forma, por ejemplo, de instalaciones. De hecho, se habla de un estadio nuevo.
Antonio Carrasco en Huelva Informacion .
El dinero no da la felicidad, pero en el fútbol al menos ayuda a comprarla. La historia está repleta de ejemplos de entidades que en algún momento vivieron una situación similar a la que ahora se presenta al San Roque de Lepe. Clubes con un pasado de modestas glorias a los que se les presentó la oportunidad de disfrutar de una vida para la que no estaban predestinados.
Unos salieron del anonimato para codearse con la aristocracia de siempre, otros fueron víctimas del cansancio de quienes no lograron los frutos deseados a la velocidad esperada y se fueron como vinieron. Lepe sueña con repetir los pasos que otras localidades.
Tal vez el ejemplo más claro, aunque el menos conocido, sea el del Hoffenheim alemán. Durante toda su historia apenas pasó de ser un equipo aficionado. La llegada de Dietmar Hopp, un antiguo jugador convertido en millonario, le permitió escalar categorías. En la temporada 2007/2008, nueve después de la aparición de su mecenas, logró el ascenso a la Bundesliga.
Menos radicales aunque más exitosos son los casos del Chelsea, quien ahora está detrás del propio San Roque, y el Manchester City. Ambos eran verdaderos clásicos del fútbol inglés, pero ni mucho menos se podían considerar grandes. Hasta la compra del cuadro londinense por el magnate ruso Roman Abramovich, en sus vitrinas sólo había ganado una Liga. Seis temporadas después, el equipo ha conseguidos varios títulos nacionales, se codea con los más grandes del continente y ha disputado una final de la Liga de Campeones. La operación supuso una inversión de 233 millones de euros.
La normativa británica hace más factible este tipo de operaciones. Prueba de ello fue el desembarco de excéntricos árabes dispuestos a gastar los beneficios del petróleo en el Manchester City. El segundón de la ciudad tenía que aspirar a superar a su vecino. Fichajes como los de Robinho, Adebayor o Carlos Tévez han permitido al City discutir la hegemonía de los grandes de Inglaterra por apenas 250 millones de dólares.
El caso más conocido en España es el Villarreal. Desde que Fernando Roig decidiera impulsar sobremanera al equipo de su pueblo hace unos años, un conjunto que a lo máximo que había aspirado era a la permanencia en Segunda División de forma esporádica se convirtió poco a poco en un grande. Los castellonenses construyeron su proyecto con más cabeza y asentando las bases. No sólo emplearon el dinero en fichajes rutilantes sino que lo repartieron entre infraestructuras, cantera y primera plantilla.
El caso más reciente y comparable al lepero se está produciendo en Granada. La familia Pozzo, empresarios italianos y dueños del Udinese de la Seria A, desembarcó al comienzo de la temporada para rescatar de la ruina a un club histórico y aprovechar sus posibilidades futuras. El primer objetivo es sacarlo de la Segunda B, categoría que comparte con el San Roque.
Pero no todos los experimentos han dado los mismos frutos. Por el camino se han quedado entidades sobredimensionadas en su momento por el dinero fácil. En el recuerdo está el Atlético Marbella del balcánico Petrovic en los noventa. De la mano de la gestión de los Gil en la localidad alimentó desde la especulación un club que luego, tras su espantada, tardó muchas temporadas en recuperar cierta normalidad.
Más cercano en el tiempo queda el paso del grupo de argentinos encabezados por Tinelli, magnate de la televisión y el espectáculo en su país. Llegó a Badajoz prometiendo la gloria y dejó al Vivero sumido en la penumbra. El equipo pacense deambula desde entonces sin rumbo y lastrado todavía por las deudas que dejó.
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