El Cartaya volvió a evidenciar, una jornada más, su inocencia como equipo de la tercera este año al caer derrotado por la mínima ante el cuadro del Marinaleda que tal como vimos la semana pasada, tampoco se come a los niños crudos, como se suele decir habitualmente.
Lo cierto y verdad es que a falta de jugadores de calidad o que sepan mantener el ritmo del partido esto es lo que les espera en la presente temporada a un Cartaya condenado para sufrir.
Los rojillos pesen a las bajas de Carrasco, Gómez y Felipe, tres puntales en el equipo de Serrano, volvieron a hacer un partido muy digno que acabo como siempre y esto lo tenemos que decir en el sentido desgraciado de la palabra.
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