El Club Deportivo San Roque de Lepe cumplió el pasado domingo 54 años de existencia ininterrumpida, con los objetivos de la entidad fijados en inaugurar su nuevo estadio a principios de 2011 y culminar el proceso de conversión en Sociedad Anónima Deportiva con la aportación de un grupo de inversores ingleses.
Atrás queda la época más gris en lo económico de un club que corrió riesgo de desaparecer a mediados de los noventa, cuando un deuda cercana a los 180.000 euros puso en riesgo la entidad, aunque una operación de última hora auspiciada por el Ayuntamiento terminó salvando las cuentas del club lepero. Ello provocó, no obstante, un largo periplo por categorías provincias y regionales, hasta que en 2008 volvió a la Segunda B, categoría en la que se encuentra en la actualidad.
Ha sido, hasta el momento, la categoría más importante en la que ha militado un equipo que fue fundado por José Arrayás, el cura del pueblo de entonces, que encontró en el deporte la forma de unir distintos equipos de aficionados que pululaban por el municipio de la costa de Huelva.
El proceso de conversión en Sociedad Anónima se encuentra ya a punto de finalizar, aunque los ingleses que tomarán posesión del club oficialmente en breve ya controlan todas sus operaciones, y le han dado al San Roque un aire profesional inédito en el equipo de un pueblo de poco más de 27.000 habitantes. Incluso la página web oficial del club tiene un aire internacional, ya que la información sanrroquista se puede seguir en inglés, francés, chino, italiano y alemán.
Un aire internacional que tiene también la plantilla, en la que convive una mayoría de jugadores españoles, alternados con futbolistas marroquíes, portugueses, cameruneses, guineanos o ghaneses, entre otras nacionalidades. Al frente del proyecto, el San Roque ha colocado a un joven de 33 año, el entrenador maño Sergio Lobera, que ha tenido la habilidad de manejar una plantilla con sólo 16 jugadores, que tras diez jornadas se encuentra en lo alto de la tabla.
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