En los equipos con problemas a veces las directivas recurren a una solución que no siempre resulta: la de cambiar de entrenador. La UD Los Barrios de esta temporada es un ejemplo; las estadísticas así lo confirman. Desde la marcha de José María Moreno Castro tras el derbi frente a la Balona en la octava jornada, los gualdiverdes no saben lo que es ganar, ni siquiera marcar un gol y sólo han sumado un punto de 12 posibles. Parece que la decisión de mover el banquillo no ha surtido el efecto esperado.
El equipo barreño a las órdenes de Manolo Villa ha mejorado en algunos aspectos del juego y parece que el vestuario está más unido, pero no es suficiente y los números parecen indicar que la dirección técnica no era el problema -al menos el principal- y la nave gualdiverde sigue sin enderezar el rumbo y se hunde en la última plaza, donde lleva tres jornadas.
Cuando Moreno Castro fue destituido, la Unión marcaba el descenso en la decimoctava plaza pero estaba empatado a puntos con el primer puesto de fuera del descenso. Ahora, y tras el empate del domingo ante el Coria, la salvación está a tiro de dos partidos y de cuatro puntos.
El técnico linense, que debutaba en Tercera división, estuvo ocho partidos cosechando tres empates, una victoria y cuatro derrota. Eso sí, nunca había perdido dos encuentro consecutivos y desde su marcha los barreños han llegado a encadenar tres derrotas.
Ahora el presidente de la UD Los Barrios, Álvaro Moya, se enfrenta a una de las decisiones más delicadas desde que está en el cargo, al menos, desde el punto de vista deportivo: la de la elección de un sustituto para Moreno Castro y un compañero para Manolo Villa, que ya ha agotado sus cuatro partidos de margen. Esta vez, y con un cuarto de campeonato agotado, no se puede equivocar. De momento, el técnico José Luis Vega, que iba a ser presentado esta semana, no parece el adecuado para la directiva, que busca otro.
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