El primer partido del año deparó en Lepe una alegría más para la afición del CD San Roque de Lepe, que disfrutó de buenos goles y de un gran partido de su equipo, en el que se estrenaba a lo grande Fernando, el primer refuerzo invernal del equipo de Sergio Lobera que puso un gran trabajo, entendimiento con sus compañeros y también el gol que servía para abrir el marcador y que puso la guinda a un buen encuentro personal. Por lo demás, el equipo aurinegro hizo por momentos un fútbol de altísimo nivel ante un rival complicado y compacto que siempre dio sensación de peligro pero al que, no obstante, ya aventaja en 6 puntos más la diferencia de goles particular.
Los primeros minutos fueron, como en el partido de la ida, de tanteo, donde era el San Roque el que ponía los acercamientos y el Melilla los disparos, a excepción del primero entre palos del cuadro local, un chut lejano de Pereira que tuvo que detener Dorronsoro en dos tiempos. A partir del cuarto de hora de encuentro los aurinegros se hicieron con el mando y la posesión de la pelota; un dominio que se fue acentuando con el paso de los minutos, dando lugar, también, a los mejores minutos de juego del choque. Poco a poco, el equipo melillense se fue encerrando en su área, permitiendo a los leperos mover la bola a su antojo, lo que fue mortal de necesidad para sus intereses. Eso sí, un minuto antes del gol local, fue Amarito el que estrelló un centro chut en el larguero de Pau; posteriormente, Julio de Dios controló con clase un balón en el vértice derecho del área visitante, bajó la pelota, levantó la cabeza y puso un centro preciso al primer palo al que llegó Fernando con su pie para remachar el 1-0.
No se conformó el cuadro de Sergio Lobera con este gol y siguió intentando aumentar la renta en el marcador: siguió teniendo la pelota y moviéndola con rapidez para generar jugadas de ataque, aunque la defensa melillense supo abortar casi siempre las acciones antes de producirse el último pase. Una de esas jugadas que sí culminaron fue una personal de Cheli desde la derecha, cuyo centro remató Fernando, aunque Herreros tocó la pelota con el pie obstaculizando la trayectoria del balón y haciendo que éste cayera en las manos de Dorronsoro. Poco a poco y con el paso de los minutos, el partido fue languideciendo hasta llegar al descanso, sólo animado con destellos de calidad en el juego aurinegro que fue muy aplaudido tras el pitido que daba final a la primera parte.
A la vuelta de vestuarios, el San Roque salió ciertamente dormido y sin la intensidad necesaria que requería el choque y el rival. Así que desde el principio el Melilla gozó de opciones para empatar que materializaría a los 6 minutos de la reanudación: un disparo desde dentro del área de Enguix fue rechazado a un costado por Pau, aunque estaba por allí Chota, en probable fuera de juego, para empujar la bola al fondo de la portería, colocando el 1-1 en el marcador.
El gol no le sentó nada bien al equipo local, que pasó por apuros en los siguientes minutos sin dar demasiados síntomas de mejoría, hasta que Juanje entró en el choque por Vidal, tocado, y el panorama fue cambiando hasta parecerse más al de la primera parte. El de San Fernando le otorgó más profundidad a la banda izquierda del ataque aurinegro, lo que obligó al Melilla a mirar de nuevo para atrás con el objeto de salvaguardar un punto que parecía dar por bueno. Pasada la hora de partido el Sna Roque volvió a gozar de oportunidades; primero fue el activo Fernando, que disparó flojo tras una gran jugada personal; y luego, con el cuadro norteafricano encerrado en su parcela defensiva, un centro de Germán que remató Óscar en el primer palo, aunque la pelota salió algo cruzada. En una de estas acciones de ataque se produjo una falta lateral que botó Alfaro al corazón del área pequeña, hasta donde llegó la humanidad de Álex Hornillo para remachar el 2-1 con la testa.
A falta de un cuarto de hora para el final, era el San Roque quien seguía teniendo la pelota, la hacía circular con rapidez, tenía el dominio, pero el Melilla daba sensación de peligro cada vez que llegaba a las inmediaciones del área de Pau, de modo que no quedaba otra que sufrir, un sufrimiento que terminó en el minuto 82: el asistente de Jiménez Moreno señaló como penalti unas manos de Carlos Ruiz dentro del área azulina y Óscar se encargó de transformarlo en el 3-1 final.
Con 2 goles de ventaja el Melilla ya no tenía la fe de antes y fue el San Roque el que pudo ampliar la renta en el tramo final del choque, pero el marcador ya no se movería más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario