El Racing mantiene la esperanza de disputar las eliminatorias de ascenso a Segunda B, aunque directiva, cuerpo técnico y jugadores son conscientes de que el objetivo casi obliga a no pensar en otra cosa que ganar los cuatro encuentros que restan para la finalización del campeonato.
La escalofriante serie de cinco derrotas consecutivas (Balona, Mairena, Sanluqueño, Jerez Industrial y Coria) ha llevado al Portuense de coquetear con la posibilidad de ser segundo, observando al Algeciras con relativa confianza, a aspirar, en la práctica, a obtener la cuarta plaza en una lid que ya no sólo incluye al cuadro algecireño (que aventaja en dos puntos a los del Cuvillo) sino que engloba al Mairena -que supera al Racing en el goal average- y al Puerto Real -con una visita pendiente de los de Corbeto al Sancho Dávila-.
La primera final para los rojiblancos se sitúa el domingo, a las doce del mediodía, en Huelva, frente al Recreativo B (gracias a la iniciativa del aficionado Daniel Rodríguez Navarrete, idea a la que se han sumado las empresas Matsur y Frabasa, un autobús partirá en torno a las ocho de la mañana del domingo a tierras onubenses, al módico precio de 7 euros). El filial recreativista, decimocuarto, lucha por la permanencia. Sus 38 puntos (tres más que el Marinaleda, que marca el descenso) no le permiten grandes excesos.
Acto seguido, el Portuense recibirá al Peñarroya. Los cordobeses, penúltimos, con 31 puntos, se desplazarán hasta el Cuvillo con la mente puesta en seguir en Tercera División.
El calendario depara los dos platos fuertes para la despedida. Los rojiblancos visitarán el Sancho Dávila para medirse a un Puerto Real que, a día de hoy, les iguala a puntos en la tabla y concluirán la temporada regular recibiendo al Algeciras, en un choque que admite todo tipo de hipótesis: que ambos equipos se jueguen la clasificación para las eliminatorias de ascenso, que sólo uno tenga aspiraciones o que los dos se hayan olvidado de cualquier sueño.
El presidente, Ignacio Corzo, advierte que la directiva "sigue trabajando con las mismas fuerzas de siempre" y solicita "a quienes van diciendo por la calle que al club no le interesa disputar la liguilla" que establezcan contacto "con junta directiva, cuerpo técnico, jugadores y hasta administradora concursal". "La liguilla supone un escaparate nacional para los futbolistas", enfatiza el mandatario, quien entiende que "la presión que los propios jugadores se han metido" explica la melancólica racha que arrastra la plantilla.
El director deportivo, Javier Zafra, cifra también en ese aspecto negativo de la responsabilidad la causa del bajón de resultados. La mala suerte es otro de los factores que enumera ("podíamos haber empatado perfectamente dos o tres de los choques en los que hemos caído"). Con todo, Zafra estima que la institución se meterá en la lucha por el ascenso "si gana los cuatro partidos que restan". El director deportivo considera que estar ausente de la liguilla "no constituiría un desastre, pero sí una desilusión".
El entrenador, Paco Corbeto, reseña que su equipo luchará "hasta el final" y proclama que la calidad y entrega de sus hombres se encuentran "fuera de duda". "Queremos meternos en la pugna por la Segunda B y tengo esperanzas de que reaccionemos todos", indica el preparador, que fija la necesidad de comenzar la reacción en Huelva, "marcando la tónica que debe mantenerse hasta el final".
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