El presidente checheno del Neuchatel, Bulat Chagaev, reunió ayer a sus jugadores, entre los que están los españoles David Navarro y Víctor Sánchez, y al entrenador, Víctor Muñoz, y les liberó de sus obligaciones contractuales, animándoles a fichar por otros clubes. Chagaev eligió un hotel de Ginebra, La Réserve, para una reunión que apenas duró media hora y en la que el checheno habló en ruso, aunque sus palabras fueron traducidas al español y al francés.
Según varios testigos, "fue una situación surrealista". Raúl Savoy, el delegado del Neuchatel, dijo que "se ha acabado todo. Ahora sólo falta cerrar las liquidaciones, lo que no será fácil porque en el club no cobra nadie desde el pasado mes de octubre. La situación es dramática no ya para los futbolistas, sino para los empleados del Neuchatel, gente anónima que lleva muchos años trabajando para este club".
El Neuchatel estaba concentrado en Dubai y tenía previsto regresar a Suiza el viernes, pero Chagaev ordenó al equipo volver de inmediato. Cuando aterrizaron en Ginebra un autobús les llevó directamente a La Réserve, donde les fue comunicada la noticia.
Víctor Muñoz, que se hizo cargo del equipo el pasado 2 de septiembre, el mismo día que Chagaev despidió a Caparrós tras una bronca en la que el checheno irrumpió en el vestuario junto a sus guardias armados. El técnico aragonés, que firmó por dos temporadas, apenas ha cobrado una mensualidad.
Fue la Superliga de Suiza la que decidió suspender los derechos de competición al Neuchatel. Lo hizo por acumulación de deudas. El campeonato se reanudará el próximo 4 de febrero con tan sólo nueve equipos. El Sion, que fue sancionado con 36 puntos por alineación indebida, podría evitar el descenso y jugar la promoción de permanencia gracias a la exclusión del Neuchatel. De momento ya ha aprovechado la situación de libertad de dos de sus jugadores, Wüthrich y Basha, para incorporarlos a su plantilla. Porque ahora el que puede fichar es el Sion y no el Neuchatel.
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