El mejor partido de la fiesta del futbol, lo protagonizaron, los plumillas contra los políticos que abrieron fuego en el municipal sanjuanero en una tarde fría, pero como dirían los castizos, apta para la práctica del futbol.
De salida el planteamiento del Míster J.L. Camacho con una bonita propuesta futbolera, se convirtió en agua de borrajas, ya que si en la retaguardia los plumillas andaban fenómenos, el centro del campo andaba un pelín descabezado, las bandas se convertían en el mejor defensa de los políticos, mientras que en la delantera la propuesta del míster peleaba contra molinos de viento sin éxito alguno, en beneficio del colectivo.
Los políticos por su parte, encorsetados por su propio sistema, nunca inquietaron a los que ejercían como locales que eran conscientes de que en el momento en el que abrieran la lata los goles vendrían solos.
Al final del partido 3-1, siendo permisivos, con los políticos y por lo que dijo el míster pudieron ser mas, pero perdonamos en exceso, nuestros gobernantes.
Lo puso el míster en la pizarra y sus deseos son órdenes, siempre, en todo vestuario que se precie.
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