Alberto Monteagudo ya ejerce como técnico blanquinegro. Cumplido el ritual de la presentación ante los medios, charló durante unos minutos en el vestuario con sus jugadores y saltó al césped del Nuevo Vivero para dirigir su primera sesión de entrenamientos.
El nuevo preparador del Badajoz tiene muy claro el trabajo encomendado y no duda en cumplir con el objetivo de dejar al club pacense en Segunda B. «No es una plantilla para sufrir, pero estás ahí y por algo será. He vivido situaciones parecidas e intentaremos sacarlo de ahí».
De lograrlo, el Badajoz ya tendría entrenador para la próxima temporada, ya que la salvación traería consigo la renovación automática como inquilino del banquillo del Nuevo Vivero.
Alberto Jiménez Monteagudo (Valdeganga –Albacete–, 1974) reconoce cuál es el principal hándicap. «Defensivamente el equipo tiene problemas y eso hay que solucionarlo. Tiene un buen ataque, los máximos goleadores tienen que estar arriba».
A pesar de la delicada situación y el escaso tiempo para cambiar cosas, Monteagudo no renuncia a su filosofía de toque y juego combinativo. «Una cosa es el concepto que tengo de jugar al fútbol, de sacarla jugada, circular el balón,ejercer presión y otra las situaciones de partido que nos encontremos. No me gusta pegarla para arriba ni sacar en largo. Vamos a intentar triangular y llegar bien arriba para dar balones a Diego, Dani o Rubén». Apenas tiene por delante cuatro días para poner en práctica sus ideas. «Conozco bien el campo del San Roque y vamos a ir a ganar el partido».
Monteagudo reconoce la dificultad. «Vengo con ilusión. Conozco al Badajoz porque le he visto jugar y además está en el grupo IV. Pero no es fácil porque cuatro semanas es muy poquito tiempo»
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