Un trabajo silencioso, nada llamativo, pero tan contundente como dictan las cifras es lo que ha llevado al San Roque de Lepe a disfrutar, a día de hoy, de una posición de privilegio. Intensidad desde el principio, calidad cuando se precisa, garra cuando hace falta y trabajo, trabajo y más trabajo: no queda otra en la receta, hay que decirlo así, del cuadro aurinegro en lo que llevamos de temporada.
Tal y como sucedió hace pocas fechas ante el Cacereño, el triunfo del San Roque se cimentó en una extraordinaria primera mitad y también se sufrió a lo largo de la segunda. Los leperos, desde el primer instante, querían la pelota, la movían con inteligencia y celeridad, y así nació el primer tanto del choque, en el minuto 2, tras una excelente combinación entre Óscar y Melchor, que culminó con el pase de la muerte de éste a Urko Arroyo, que se anticipó al defensa y marcó a puerta vacía el día de su reaparición. 1-0.
Felicidad por todo lo alto en el Ciudad de Lepe para celebrar el gol del vasco, tras un periodo de lesión. Urko Arroyo completó, con la guinda de este tanto, una más que buena primera mitad. Era el San Roque el que dominaba, el que proponía, el que superaba al rival en casi cada ataque. Óscar, en dos ocasiones casi consecutivas, intentó refrendar estas sensaciones en cada remate suyo, que terminaron con idéntico resultado, esto es, la intervención del meta rival.
Del filial del Almería apenas se tenía noticias en ataque, al menos en el arranque. De hecho, hemos de avanzar hasta el minuto 21 para encontrar el primer tiro a portería del encuentro de los rojiblancos, eso sí, un buen chut de José Ramón, el visitante, que se encontró con la parada de su tocayo, José Ramón, el local.
Hacia la media hora, pasado el ímpetu local, comenzó a tener la pelota, sin peligro, el Almería B; por tanto, era el cuadro de Tevenet el que disponía de las ocasiones, como la de Óscar. Y tanto es así, que los leperos, en un nuevo arranque, fueron en busca del segundo gol hasta encontrarlo en el minuto 34, tras un largo ataque pleno de paciencia y acierto, tras el que Sebas centró al segundo palo, a la llegada de Lobato, que se adelantó a Lopito, dejando la bola a placer para Adriá, quien hizo el 2-0 a puerta vacía. Era el justo premio a lo visto sobre el terreno de juego.
De ahí al final de la primera mitad, los leperos parecieron conformarse y no pasaron mayores apuros, salvo un lanzamiento lejanísimo de Rubén, que se marchó cerca de la escuadra de José Ramón. Poco más.
A la vuelta de vestuarios, el San Roque de Lepe parecía seguir dominando la situación y el partido. De hecho, los leperos tuvieron muy cerca el tercer gol a balón parado, y luego al contragolpe, hasta que el equipo de Francisco se hizo con el control, ahora sí, de la pelota y comenzó a intentar cercar el área aurinegra.
Pero ello no era obstáculo para que los sanrroquistas tuvieran las mejores ocasiones, como el remate de Rojas al larguero a la salida de un córner. Eso sí, todo ello a costa de sufrir en la parte de atrás, toda vez que el Almería B tocó a rebato y se lanzó sin freno por el gol. Y aunque parecía más cerca el tercero del San Roque que el primero de los visitantes, el tanto lo logró Pallarés al cazar un balón suelto en la frontal del área para ponerlo lejos del alcance de José Ramón.
Ahora sí, el Almería B parecía confiar en sus posibilidades y fue por todo, dejando muchos espacios atrás. Así que, salvo una ocasión de Okoro, fue el equipo lepero el que debió sentenciar en choque; primero fue Fran Lepe en el 84 quien remató fuera un mano a mano con Lopito; y luego un triple o cuádruple remate de los aurinegros en el área pequeña que no entró ni se sabe cómo.
Entonces, llegó el final del choque en el que los leperos sumaron los 3 puntos, enganchándose de nuevo al vagón de la zona noble y a la espera de lo que ocurra este domingo y el próximo al mediodía en la cita ante el Melilla en el Álvarez Claro.
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