Luz verde a las cuentas del Recreativo. La Junta General Ordinaria de Accionistas ha aprobado por una unanimidad todos los puntos del orden del día, más allá de la mayoría accionarial de Gildoy España.
Entre los puntos aprobados, destaca el balance de la pasada temporada, que como se había informado arroja unas pérdidas de 1.536.000 euros. Un desequilibrio que el presidente Pablo Comas explica por “la redacción incompleta del anterior presupuesto” y sobre todo por “lo referente al pago de la plantilla deportiva”, que inicialmente se había presupuestado en 2 millones de euros, y que al final resultó ser de 3.120.000 euros.
En cuanto al presupuesto para la actual temporada 2012/13), el club prevé gastar 5.537.301 euros e ingresar 10.222.042 euros, lo que derivaría en un superávit esperado de 4.684.741 euros. Sin embargo, tal y como el propio Pablo Comas reconoce, el mencionado superávit “no tiene efectos de tesorería de ninguna clase”, pues se incluye la quita de la deuda de los acreedores ordinarios.
De este modo, el superávit real del Recreativo para el presente curso, a efectos de la caja, se estima en 1.200.000 euros, “fundamentalmente porque los ingresos por televisión han sido muy superiores a los previstos (de 1.400.000 a 2.600.000 euros) y porque se ha doblado la partida de patrocinio y publicidad (de 300.000 a 600.000 euros)”, aclara el máximo mandatario albiazul. Además, el club ha logrado reducir el coste de la primera plantilla en un millón de euros.
En consecuencia, la deuda total del Decano asciende a día de hoy a 11.700.000 euros, de los que nueve millones corresponden a Hacienda, con la que el club viene negociando un convenio. “Hace diez días llegamos a un acuerdo para pagar en siete años, pero aún está a expensas de la firma”, revela Pablo Comas. El resto de la deuda, correspondiente a los acreedores ordinarios, ha sido sometida a una quita del 50% o al pago en abonos, y se pagará en el plazo de 8 años.
“Vamos a conseguir pagar holgadamente nuestros compromisos”, proclama Pablo Comas, antes de destacar que “un club de Segunda División no tiene porque ser deficitario. Desde luego, nunca será un gran negocio, pero sí se pueden equilibrar sus cuentas en lo que a gastos e ingresos se refiere”.
Eso sí, el presidente advierte que “si no se lleva a cabo el plan de viabilidad propuesto por el Consejo de Administración, el club no seguiría delante de ningún modo”.
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