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La mala temporada del Sporting quedó patente en este partido en el que El Molinón registró la peor entrada de muchos años ya que al abandono de muchos aficionados desde que el equipo dejó de tener posibilidades de ascenso se unió la protesta organizada por diversas asociaciones, que tampoco accedieron al campo.
El último partido en El Molinón de la temporada fue fiel reflejo de la campaña realizada por los rojiblancos, que fueron recibidos con silbidos y se retiraron a los vestuarios también entre las protestas de los aficionados.
El juego se desarrolló mayoritariamente en el centro del campo en el que el Sporting ponía mayor intención ofensiva, aunque la defensa onubense tampoco pasaba por ocasiones de peligro mientras que Cuéllar fue un mero espectador porque el Recreativo ni siquiera se acercó a su área.
Los rojiblancos crearon un par de ocasiones, la primera en el minuto 9 cuando Guerrero obstaculizó el remate de su compañero Carmona en una jugada que se desarrolló en el área pequeña. La segunda fue seis minutos después, en un disparo lejano del lateral Alex Menéndez que a punto estuvo de sorprender a Alejandro, que desvió con apuros pegado a la cepa del poste derecho de su portería.
Mucho juego en el centro y pocas ocasiones
Desde ese momento y hasta el final de la primera parte las acciones ofensivas de los locales se limitaron a algún disparo lejano y las del Recreativo a un par de saques de esquina que ni si quiera ocasionaron peligro para Cuéllar.
Los escasos aficionados presentes en el campo mostraron su disconformidad con algunos gritos de protesta por unos 45 minutos que no ofrecieron ni juego ni intensidad y el partido más parecía de pretemporada que de competición.
El Recreativo gozó de una gran oportunidad nada más comenzar la segunda parte en un robo de balón de Granero a Juan Muñiz aparentemente en falta y el esférico llega a Ferrón que escorado chuta con potencia resolviendo bien Cuéllar.
La respuesta llegó en la siguiente jugada en una falta lanzada por Carmona directamente a portería desde una posición muy escorada y casi sorprende a Alejandro que no obstante responde con una buena parada.
Luego el partido volvió a entrar en el tedio en el que se desarrolló la primera mitad que ni siquiera los cambios introducidos por los dos entrenadores pudieron animar a los espectadores que no se merecían el pobre espectáculo que los jugadores les estaban ofreciendo.
Sandoval decidió que Mate Bilic pudiera despedirse de los aficionados, ya que todo hace indicar que no seguirá en el Sporting, y le dio unos minutos al final para que recibiese el reconocimiento de los aficionados por las temporadas que vistió la camiseta rojiblanca.
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