Quique Hernández, entrenador del Hércules, apuntó ayer que si el club tiene alguna duda sobre su continuidad, él no va a ser un problema, pero advirtió de que no va a dimitir porque tiene familia. "Supondría perdonar una parte de contrato y eso sería una falta de respeto para ellos", explicó el técnico valenciano, cuyos pupilos cayeron por 4-0 ante el Castilla.
Hernández compareció en rueda de prensa, de manera inesperada y por voluntad propia, para expresar su malestar por el mal partido del equipo, pero también para mostrar su confianza en la plantilla y advertir de su disgusto por la ausencia de refuerzos en el mercado de fichajes de invierno.
El técnico aseguró que nadie del Hércules le ha insinuado que deje su puesto en el banquillo, pero aún así uno de los mensajes que mandó es que no piensa dimitir de su cargo, entre otras cosas porque confía en la plantilla y considera que el equipo sólo pasa por una racha mala.
"Estamos dolidos por estos últimos resultados. Perder 5-0, 2-3 y 4-0 significa que esto no va bien, pero tiene solución, como el año pasado tras jugar contra el Castilla", comentó Hernández en referencia a la remontada del Hércules la pasada Liga tras quedarse a ocho puntos de la permanencia después de jugar en Madrid.
"Hay buena gente y buenos profesionales, pero estamos en una muy mala racha que tiene solución. ¿Por qué no podemos volver a hacer lo que nos sacó de puestos de descenso si somos los mismos jugadores?", se preguntó el de Anna, quien insistió en que está "a muerte" con la plantilla.
No obstante, Hernández declaró que entiende el enfado entre aficionados y dirigentes después de un partido como el del sábado ante el Castilla, en el que ofrecieron "una imagen de equipo indolente, apático".
Hernández se quejó de la falta de refuerzos en el mercado invernal, aunque no quiso señalar más culpable que "las circunstancias, la falta de dinero, el presupuesto".
Del primer tramo de competición, comentó que aceptó la propuesta del club y no tiene nada que recriminar, pero que "no se ha cumplido en la parada de reabastecimiento". "No pasa nada, pero tenemos una plantilla corta, con overbooking en el centro del campo y déficit en la defensa, y menos mal que ha venido (Ion) Echaide. Se asume y da para mucho, pero tiene que quedar muy claro", dijo.
En este sentido, argumentó que las lesiones de Pamarot y Yuste en el encuentro con el Mirandés rompieron un bloque que "iba como una moto", y han tenido problemas para "recomponer" el once.
No hay comentarios:
Publicar un comentario