HAY UN BUFONCILLO EN LA FRONTERA

Si son habituales, a este rinconcito del futbol modesto, verán que en los últimos días hemos tenido cierto retardo a la hora de publicar las noticias y que quizás algunas, hayan sido publicadas con retraso, con respecto a la fecha en la que se había producido dicho acontecimiento.

La razón es bien sencilla, problemas personales, me han hecho estar más cerca de los míos que de mi gran pasión que esta. He estado más pendiente de lo que en dos hospitales sucedía que dé el devenir de nuestro futbol.

Si en algún momento he dado una noticia equivocada y con ella he podido crear algo de confusión a algunos compañeros el responsable soy yo y por ello pido perdón por todo esto.

Ahora bien, bajo ningún concepto, voy a permitir que se dude de la profesionalidad mía ni la de ninguno de mis compañeros. Os comento esto porque hay cierto bufoncillo en la Puerta de España, escondido detrás de la mata, esperando un momento de debilidad para intentar sesgar la yugular de todos los que hacemos información deportiva de una manera tan sibilina como lo hacía cada ver que tenía que traicionar a sus propios , entrenadores, presidenteS y jugadores que han tenido a bien vestir la camiseta del cuadro de la Puerta de España.

Saben ustedes cual es el problema de este personaje, se lo explico rápido, para que ustedes lo entiendan. El gran problema se llama San Roque en segunda b ha sido muy fácil la explicación que os he dado.

Por ello desde estas líneas, pido mucho cuidadito, con lo que se opina y se dice, porque anécdotas hay para ilustrar una telenovela modelo Santa Bárbara.

Desde ya os anuncio que seguiremos informando del ayamonte y contando sus noticias con respeto y cariño porque se lo merecen y le tenemos presentes en nuestras oraciones. Lo haremos siempre CONTRASTANDO las noticias Y NO CONTRACTANDO a partir de este momento prometo silencio y respeto pero ahora bien siempre que os informe que sepáis que daremos la cara como hacen los valientes y no con mensajes subliminales ni fotoshops horteras que no conducen absolutamente a nada.