El Ayamonte no se jugaba nada pero tampoco llegó con la intención de regalar el triunfo y, por ello, mientras pudo aguantó las embestidas del equipo de La Isla que bien pudo romper la balanza en los primeros compases del encuentro.
Tal fue así que a los 5' Sergio Beato disparó y Miguel Rosa respondió. En el 13 Puli se plantó en solitario y dibró al cancerbero onubense pero al salir escorado el disparo dio en la parte exterior del palo. Dani Hoyos estrelló de nuevo el balón a pase de Castillo en la base del poste en el 28' y el 34' estalló de júbilo el estadio isleño. Un pase de Canito tuvo continuación en el remate del carismático Puli que anotaba el uno a cero y se golpeaba con rabia su rodilla.
Germán ponía en el descuento el gol de la tranquilidad con un enorme cabezazo a un templado pase de Sergio Beato.
Los isleños habían hecho los deberes, la misión era no complicarse la vida, no ver amenazada la posibilidad de que los jugadores con 4 cartulinas vieran la quinta, y nadar, nadar y nadar, guardando la ropa.
Los onubenses intentaron recortar las distancias en el marcador, pero hasta David Zamora está que se sale. La lesión de Puli trastocó la primera fiesta, de las muchas que han de venir, en el seno del o equipo de La Isla.
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