El fútbol es cosa de listos. Y ayer el Isla Cristina fue el más listo sobre el terreno de juego de El Rosal. Le bastó con hacer lo mínimo para llevarse un jugoso botín, gracias a un penalti transformado por Patrón a la media hora de partido.
El conjunto onubense basó su victoria en la picardía y en la buena colocación de sus hombres, que supieron capear el mejor arranque de los amarillos, que disfrutaron de las primeras y mejores ocasiones.
El Isla Cristina necesitó muy poco para armar su jugada de gol. Un pase de Cano para Patrón dejó a éste frente a Antoni, que en su afán por despejar el balón arrolló al delantero rival cometiendo penalti. La pena máxima fue transformada por Patrón. El Isla Cristina ya había hecho su trabajo, de ese instante hasta el final del encuentro, con oficio y experiencia comenzaron a certificar su triunfo.
El descanso dio nuevos aires al Balón. Con la entrada de Crespo en la banda izquierda, los gaditanos ganaron profundidad y descaro, ante un Isla Cristina que, de todos modos, estuvo siempre muy bien resguardado atrás y con jugadores de calidad arriba.
El cuadro local tuvo en este periodo ocasiones claras como para haber logrado, cuando menos, la igualada. Pero unas veces las acertadas intervenciones del meta David Lepe, y en otras la rapidez de la defensa isleña evitaban que llegara ese gol.
Con el Balón de Cádiz volcado en busca de las tablas, el Isla pudo sentenciar a la contra. Una buena jugada personal de Cano, acabó en un penalti clamoroso de Hoyos sobre el atacante. Fernández, que había entrado en la segunda parte, falló la pena máxima en el tiempo añadido.
No dio mucho más de sí el encuentro, que supo sacar adelante con esfuerzo y eficacia el conjunto isleño.
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