El domingo rinde visita al Nuevo Mirador de Algeciras el Atlético Cortegana, un rival que esconde más armas de lo que aparenta. Convertido en un clásico de la Primera Andaluza, el conjunto de la sierra de Huelva se enfunda perfectamente en el prototipo de lobo con piel de cordero. Su octava posición en la tabla quizás no transmite que se trata del tercer mejor equipo visitante de la categoría, por delante del propio Algeciras. Un dato que los albirrojos harían bien en no obviar.
El próximo rival algecirista atesora los rasgos más fieles de un equipo de Primera Andaluza: un bloque correoso, mezcla de juventud y veteranía, que se adapta a todos los terrenos de juego. La diferencia del Cortegana con respecto a la clase media es su propuesta de fútbol, más cercana a los gallitos del grupo. Desde la llegada del entrenador Joaquín Hidalgo los serranos han apostado por el toque y la velocidad. Con mayor poderío de medio del campo hacia adelante, los verderones han hecho del contraataque su arma más letal lejos de casa.
El Atlético Cortegana es con 19 puntos la tercera escuadra que más rentabiliza sus desplazamientos. Sólo superado por Arcos (23) y Conil (21), los serranos han arrancado cinco triunfos y cuatro empates fuera de sus dominios en catorce viajes. De hecho los verderones han puntuado en feudos como Conil, Punta Umbría y Arcos, y han sido capaces de doblegar fuera a rivales como Bornense, Tharsis y Balón de Cádiz, es decir, se han impuesto sobre tierra y césped artificial por igual.
En la primera vuelta (12ª jornada) el Algeciras obtuvo un empate en Cortegana tras igualar a dos. Sólo hacía un par de semanas que había recalado en el banquillo Joaquín Hidalgo en sustitución de Gume Anarte, quien dimitió tras la debacle de Isla Cristina (4-0, el mayor revés a domicilio de la temporada). Con Hidalgo al mando el Cortegana estuvo la friolera de quince partidos sin conocer la derrota, llegando a empalmar cinco victorias consecutivas.
La transformación del conjunto onubense fue radical. Hidalgo apuesta por jugar con una línea de tres defensores -dos centrales puros-, con un centro del campo que arropa atrás y con dos falsos laterales que cubren los costados. De la franja media para arriba el Cortegana explota la velocidad. La columna vertebral tiene nombres propios: Lolo es el corazón de la zaga, Noé da equilibrio entre defensa y ataque, Plata es el hombre-gol y Joaquín Carvajal, el estandarte y pichichi del Cortegana con trece dianas.
El vestuario serrano prepara la cita en el Mirador con la ilusión especial que supone el viaje a Algeciras. Los verderones, que la pasada semana perdonaron y lo pagaron frente al Arcos (2-3), recuperan para el domingo a una pieza clave para el centro del campo como Noé, pero pierden por sanción a Carvajal y Javi Fernández, dos bajas sensibles, y tienen la duda de Hugui.
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