El Xerez B volvió a tropezar en casa y ya suma siete jornadas consecutivas sin conocer el triunfo. Ayer, los de Domingo Javier Alvarado volvieron a protagonizar un partido malo, soso, aburrido, exento de calidad e infumable.
Y eso que las cosas se le pusieron de cara muy pronto, ya que a los cuatro minutos, en su primer acercamiento al área onubense, Juan Rosillo perforó la meta de Roque. A partir de entonces, el filial esperó a su contrincante en su propio campo confiado en asestar el golpe definitivo en alguna contra.
Sucede, sin embargo, que este Xerez B tiene poquita calidad arriba y el único que juega con criterio, al primer toque la mayoría de las veces y casi sin errores, es Tetteh. Sus compañeros, en cambio, equivocaron siempre el camino. Ni por las bandas, César y Ántoni estuvieron negados, ni tampoco por el centro, con un Adri Cuevas desaparecido, encontró el filial xerecista su juego. Y eso que delante había un equipo del montón (como desgraciadamente es este año el Xerez B) que sólo llevó peligro en la primera parte a balón parado gracias a la calidad en el golpeo de Juan Carlos.
Ante un rival con una presencia en ataque mínima, el filial controló sin problemas los primeros cuarenta y cinco minutos y, además del gol de Juan Rosillo, pudo llegar otro del delantero en una buena contra en la que sentó a Juanga pero su posterior remate se fue rozando la escuadra (26').
La primera mitad acabó con una clara ocasión visitante tras un saque de esquina sacado por Juan Carlos que remató en el segundo palo Caro libre de marca, pero pegándole con la tibia a fuera.
En la reanudación, el Xerez B buscó aún con más descaro la contra pero casi nunca dio dos pases seguidos y cuando lo hacía Rosillo se metía en fuera de juego.
La Olímpica poco a poco se lo fue creyendo, sobre todo en jugadas a balón parado. Así llegaron sus dos mejores ocasiones antes del empate. Primero en un lanzamiento de falta de Juan Carlos que se estrelló en la escuadra derecha del juvenil Iván y luego en otra falta sacada por el mismo jugador que remató en un bello escorzo de Juan Pedro terminando el balón golpeando el larguero.
Entre esas dos jugadas, el filial pudo hacer el 2-0 en una doble ocasión. Aprovechando el fallo de los dos centrales onubenses, Samuel se plantó delante de Roque pero disparó al muñeco, el rechace le cayó a César, que cedió a Rosillo y éste, con toda la portería para él, mandó por encima del travesaño (61').
Otra falta de entendimiento, en esta ocasión, entre Samuel y Tetteh provocó que Juan Carlos se quedara delante de Iván, pero el jugador de más calidad del equipo visitante mandó incomprensiblemente muy lejos de la portería azulina.
Fue el preludio del empate, que curiosamente no llegó a balón parado y sí en un pelotazo que Tinoco amortiguó dentro del área, cedió a Castilla y éste engañó a Iván.
En los siete minutos restantes sólo hay que destacar un gol anulado a Luis Lara -que reaparecía tras cumplir el castigo impuesto por su entrenador- por un claro fuera de juego
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