Óscar Benito sufrió un pinchazo en su pierna el pasado miércoles, con lo que hubo de abandonar el entrenamiento. Este percance pasaría casi inadvertido en cualquier otra circunstancia, pero viene a poner aún más en evidencia el delicado momento por el que atraviesa el C.D. Pozoblanco. Los entrenamientos se llevan a cabo con apenas trece o catorce futbolistas, incluyendo los jugadores juveniles, por lo que es muy difícil para el técnico completar una correcta planificación del partido del fin de semana. Existe un miedo atroz a incrementar el número de inquilinos de la enfermería y la intensidad de las sesiones no puede ser la deseada.
La situación no se presenta especialmente halagüeña de aquí a final de temporada. La recuperación de los jugadores lesionados se presenta lenta y, en el caso de Pineda, casi se descarta que pueda volver a jugar este año. Juanmi, el máximo goleador del equipo, ya se perdió el encuentro ante el Cádiz B, aunque fuera incluido en el acta, simplemente para rellenar, pese a estar vestido de calle. El jugador se encuentra en Puerto Real recuperándose y es baja segura para el desplazamiento a Cartaya.
Isidro y Aguayo están realizando carrera continua, mas falta un tiempo para que se unan normalmente al grupo; el juvenil Fran sigue con sus problemas de papilomas en el pie, que le hace ser baja desde hace mes y medio; por último, el caso más sangrante es el de Pineda, el único fichaje del mercado invernal. El jugador, procedente del Antequera, vino a paliar la escasez de plantilla, después que Gervasio y Julián se marcharan a finales de enero. Pues bien, sólo ha disputado dos partidos completos con el Pozoblanco para despues lesionarse de menisco.
Estos han sido los últimos en lesionarse, ya que a principios de temporada, el prometedor delantero canterano Miguel Silva se rompió la rodilla y ha estado ausente todo el año. El centrocampista Rizos, que estaba llamado a ser titular por sus buenas actuaciones, se fracturó el brazo en Lebrija a mediados de diciembre. Ambos deberán esperar a la próxima temporada para vestir la camiseta blanca. Con todos estos percances se puede entender que hasta veintiséis jugadores hayan vestido la camiseta del primer equipo. El que más minutos ha disputado, el propio Óscar Benito; el que menos, el joven Álvaro, que sólo jugó tres en Puerto Real, aunque le dio tiempo para dar el pase de gol a Manolo Acaíñas.
En otro orden de cosas, el delegado, Juan Fernández y el preparador físico, Pedro del Rey, han sido suspendidos con un partido tras la absurda expulsión que sufrieron el pasado sábado ante el Cádiz B.
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