Los números del Cádiz B están muy claros de aquí al final de temporada. El filial amarillo suma 34 puntos y tomando como referencia los últimos 15 años necesitaría lograr siete puntos más en los ocho partidos que restan para amarrar la permanencia, ya que desde la campaña 1993-94 ningún equipo descendió tras alcanzar 41 puntos. Siete puntos en ocho encuentros y recibiendo en El Rosal a tres de los seis últimos clasificados parece que no es una tarea complicada.
Jesús Casas ha dejado al filial en una tendencia mala como local y buena como visitante, pero con la permanencia encarrilada. La circular de la federación no dice nada de más de tres descensos en caso de que sean varios los equipos de Andalucía occidental que bajen de Segunda B. Hay que tener en cuenta que en ocasiones se ha ampliado el grupo X, y otros, a 22 equipos cuando se han dado estos casos.
Linares, el nuevo entrenador del Cádiz B, parte con el objetivo de dejar al equipo en Tercera y apelando a las 'cuentas de la lechera', sabe que logrando siete puntos podría tener atada la permanencia. Para que no fuera así el Chiclana tendría que sumar 16 de los 24 puntos que quedan en juego -lo que es difícil teniendo en cuenta su calendario- y, además, ganarle el goal-average a los amarillos. Con 41 puntos el Antoniano nunca alcanzaría a los cadistas y el Córdoba B tendría que conseguir 23 de 24. Viendo a priori que la salvación está muy cerca, sorprende la destitución de Casas.
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