En Cartaya, siguen esperando el dinero prometido, para poner a cero los debitos con los jugadores del equipo rojillo en la presente temporada. Es lastimoso tener que contar esto pero, ni esta, ni se le espera el parné. Es lastimoso todo esto y todos tiene el mimo modus operandi, el prometer hasta el meter, y luego si te he visto no me acuerdo. El Ayuntamiento que tanto prometió al principio, sigue buscando dinero, en el fondo del mar. Matarife…
Lo peor de todo, en medio de tanta incertidumbre, radica en la desaparición de la vida pública del presidente de la entidad rojilla, que con algo de dignidad tendría que haber dado la cara, aunque sea para contar una mentira.
Triste final el de un equipo representativo de nuestro futbol, que lo mejor que tiene, es que salen a jugar y después piensan en el dinero. Ellos con su trabajo, tiene la conciencia muy tranquila, otros posiblemente no duerman tranquilos hasta el momento.
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