A las 20.00 horas de hoy en la Casa de Cultura, en segunda convocatoria, están convocados los socios para celebrar la asamblea general del Cartaya, que debe dejar claro cuál será el futuro inmediato del club rojinegro. Desde que concluyó la temporada oficial allá por el mes de mayo pasado hasta ahora, la incertidumbre rodea a la entidad y ni su presidente, José Manuel Vargas-Machuca, tenía claro hasta la pasada semana si iba a continuar al frente del club.
La importante deuda acumulada, asumida por escrito por el Ayuntamiento, que impidió que se pudieran abonar la totalidad de las nóminas de técnicos y jugadores, tiene sumida a la entidad en una crisis económica que hace que hasta el momento el primer equipo carezca de plantilla y de entrenador.
Por tanto, despejar las dudas sobre qué junta directiva regirá los destinos de la entidad es la primera de las prioridades que debe resolver la asamblea, para luego trabajar sin más demora en el proyecto deportivo de la inminente temporada.
Una vez más, como en las últimas campañas, el Cartaya será de los últimos equipos en tener perfilada su plantilla. Hasta el momento ha conseguido, a pesar de trabajar con mucha improvisación y escasa planificación y recursos, mantenerse en categoría nacional.
Pero, nuevamente vuelve a jugar con fuego y partir de cero para trabajar contra el reloj para intentar mantenerse en Tercera División cuando concluya la campaña que aún no cuenta con planificción alguna.
Los socios y aficionados están preocupados por el futuro deportivo de la entidad, que va a partir con pocos recursos económicos y con un presupuesto claramente a la baja, una vez que desde el Consistorio ya se ha adelantado que será muy escasa la aportación que saldrá de las arcas municipales.
En época de crisis general, el Cartaya se ve obligado a mirar a la cantera, cuando tampoco ha cuidado de sus equipos nodrizas hasta el punto de haber hecho desaparecer al equipo B. Ahora, a la fuerza ahorcan y, como siempre ocurre en época de crisis, los escalafones inferiores cobran el protagonismo que nunca debieron perder por el buen rendimiento que siempre dio al club cartayero. Ríos, Felipe o Fran son los últimos exponentes que la pasada temporada militaron en el primer equipo y a los que ahora se unirán otros jugadores que ya, de la mano de Cándido Rosado (ahora entrenador del Ayamonte), debutaron la pasado temporada en Tercera División.
Por tanto, cantera y austeridad parece que serán los pilares en los que tendrá que apoyarse el Cartaya de esta temporada.
A partir de esta tarde, se empezará a despejar las dudas de los aficionados sobre qué dirigentes llevarán los destinos del club, que no deben dejar pasar más tiempo para definir una plantilla que parte de cero y que deberá contar, lo antes posible, con el técnico que lleve la batuta en cuanto a la composición de la misma. El elegido tiene muchísimo trabajo por delante para intentar conseguir el objetivo de la permanencia, que la pasada campaña obtuvo con cierta brillantez a pesar de los muchos problemas que padeció a entidad.
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