Muchas veces me he preguntado, él porque me acuerdo de ti, cuando llega esta triste fecha. Quizás no hayamos cruzado 10 minutos de conversación en el poco tiempo en el que tuve la ocasión de conocerte pero era suficiente para saber que eras muy buena persona porque el serlo en el futbol ya lo demostraste en tus 26 años.
Todavía me acuerdo aquella mañana de sábado, cuando un buen amigo, me despertaba entre lágrimas para comunicarme esa noticia fatal que a todos en cierta medida nos hizo llorar. Aquel compañero ente lagrimas me repetía insistentemente que Alonso había sufrió un accidente de circulación, que había muerto, en definitiva.
Horas antes del accidente, no sé si a modo de despedida, se le vio por el campo de Hinojos presenciando muy tranquilo las evoluciones del equipo de su pueblo hasta que llego aquella fatídica hora en la que el fatal desenlace se produjo.
Amigo Alonso, tu muerte sirvió una vez más, para comprobar que nuestro futbol es solidario como así se demostró en tu sepelio. Fueron muchas las personas de futbol que por allí se acercaron para despedir con su presencia a aquel chaval de Hinojos que jugó junto a Messi en la Masía y cuyos destinos habían tomado direcciones diferentes en sus carreras futbolísticas.
Cuando llega este día me acuerdo de un hombre cargado de sensibilidad, llamado Antonio Cabello, que lucha todos los años por honrar tu memoria.
Querido Alonsito, como así te llamaban, desde arriba quiero que sepas que hay gente comprometida que con el paso del tiempo van a pelear con todos los medios y con todas sus fuerzas para que tu memoria sea recordada y todos hablemos de ese chaval que se marcho a la Masía en busca de gloria y al que nunca Pep le vio jugar en el primer equipo.
Un saludo donde quiera que estés.
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