La Real Balompédica no se tambalea después de firmar sendos empates, que en caso alguno parecieron poca recompensa para los méritos contraídos, en las dos primeras jornadas ligueras. Las consecuencias nocivas del espectacular arranque de la pasada andadura sirven de antídoto contra el pesimismo. Desde el presidente al cuerpo técnico y a los jugadores el mensaje es idéntico: hay que empezar a ganar cuanto antes, pero huir de ataques de ansiedad tan precoces como injustificados.
El máximo responsable del club, Alfredo Gallardo, ha sido el primero en dar el paso adelante y asegura que pese a los dos marcadores ya consumados es "optimista" con respecto al futuro de su equipo en la competición.
"El año pasado empezamos ganando y ganando… y al final no nos clasificamos entre los cuatro primeros", recuerda. "Lo que tienen que hacer los jugadores es estar tranquilos, porque les veo un poco precipitados por las mismas ganas de vencer que tienen".
Gallardo expresa -aunque se apresura a advertir que lo considera innecesario- su inquebrantable apoyo a jugadores y entrenadores y al trabajo que están llevando a cabo, al tiempo que agrega: "Aunque ya hablé con ellos antes de empezar la temporada voy a aprovechar lo que resta de semana para reunirme con los jugadores por grupos, de manera más o menos informal, para hacerles ver que confiamos en ellos y que palpen que en el club hay tranquilidad".
"Ahora es el momento de hacerles llegar ese mensaje", insiste el máximo responsable de la entidad, quien además de recalcar el "extraordinario trabajo" que llevan a cabo el entrenador Rafa Escobar y su preparador físico González Galindo hace ver que "el grupo de chavales" que conforma la plantilla "es bueno, muy sano".
"Vamos a hacer entre todos una piña, vamos a ser fuertes y vamos a ir hacia arriba", vaticina. "El que quiera apoyarnos, que lo haga. El que no, está en su derecho, pero le vamos a dar un disgusto, porque las victorias van a llegar".
El técnico cordobés Rafa Escobar hace especial hincapié en las mejoras que va experimentado el equipo a medida que compite, como la que se puso de manigfiesto en el plano defensivo tras el desbarajuste de la primera jornada. "De momento no hay prisas. Hay que ganar, pero las angustias son para más adelante. Es el momento de tener la cabeza fría y tratar de corregir errores y de perseverar en lo bueno", comenta.
Desde el vestuario los mensajes no son muy diferentes. "Hemos sido capaces de no perder pese a no jugar bien, eso significa que cuando mejoremos un poco llegarán los triunfos", recuerdan los más experimentados.
Incluso los medios de comunicación que siguen de cerca al conjunto albinegro insisten en enviar mensajes de tranquilidad a una hinchada que se antoja demasiado ansiosa. Este periódico, sin ir más lejos, recordó en su edición de ayer que con un peor arranque liguero que el actual la Balompédica finalizó tercera en la andadura 2003-04 y disputó la fase de ascenso, de la que fue apeada por el Dítez de Zafra.
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