Javier Somavilla, responsable deportivo del Real Jaén, deja claro en sus intervenciones que el puesto de José Miguel Campos no corre peligro y que el club no tomará medidas drásticas. No es una opinión que compartan las altas esferas de la entidad, que se plantean la adopción de medidas para que el equipo levante el vuelo y abandone los últimos puestos de la clasificación.
Tampoco agrada en el seno del club que el entrenador recurra con frecuencia a la situación institucional para justificar algunas derrotas. La sensación que tienen los máximos rectores es que la trayectoria deportiva debe ser el motor que impulse la recuperación económica. “Si no llegan los buenos resultados, es muy difícil que generemos ilusión y que encontremos soluciones inmediatas”, sostienen. Por ello, el encuentro del domingo ante el San Roque marcará el futuro deportivo del equipo y, seguramente, del entrenador. Un nuevo problema se avecina si el Real Jaén no consigue los tres puntos, aunque la adopción de medidas está claramente condicionada por la falta de recursos económicos.
Es lo que frena en cierta manera la decisión final de los dirigentes, que, sin embargo, están dispuesto a utilizar otras fórmulas o acuerdos para dar un giro a la situación deportiva. Queda claro que José Miguel Campos ha perdido crédito y que su continuidad empieza a ser cuestionada por la ausencia de buenos resultados.
El Real Jaén se encuentra en una delicada situación deportiva, no tan extrema como la económica, pero sí inquietante.
Está en el puesto de promoción de descenso, pero igualado a nueve puntos con dos conjuntos (la UD Almería B y el Jumilla) que están en la zona de vértigo. La trayectoria reciente del Real Jaén no puede ser más preocupante. Dos puntos conseguidos de los últimos doce y, en el total, nueve de treinta han encendido las luces de alarma en la entidad. En diez encuentros, el conjunto de Campos únicamente ha logrado dos victorias y tres empates, mientras que ha perdido cinco partidos. Venció al Alcalá de Guadaíra (2-0) y el Yeclano (0-2), dos formaciones que están en las posiciones de descenso, y empató con el Melilla (0-0), el Estepona (1-1) y el Polideportivo Ejido (0-0). Las derrotas se produjeron con el Cádiz (2-1), el Murcia (2-0), la UD Almería B (1-2), el Real Betis B (2-0) y el Ceuta (3-1).
En este panorama, un triunfo el próximo domingo ante el San Roque calmaría los ánimos. Por el contrario, una derrota o un empate abriría una profunda crisis deportiva de consecuencias imprevisibles. El puesto del técnico correría peligro.
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