Más allá de las debilidades mostradas en las últimas salidas, el San Roque de Lepe tiene un problema llamado gol. Con seis tantos en siete partidos, el cuadro de Lobera es uno de los equipos menos goleadores de su grupo, una falla inesperada vista la propuesta ofensiva del preparador catalán y la presencia en el plantel aurinegro de delanteros de la categoría de Gabri.
Precisamente, muchos ojos se han vuelto hacia la figura del atacante para encontrar el remedio a la sequía goleadora que aflige al San Roque. El catalán, que vio puerta en los dos primeros partidos reportando seis puntos a los leperos, no rehuye la responsabilidad, pero recuerda que este es un juego de equipo y si a los delanteros no les llega la pelota en condiciones, poco pueden hacer. “Nos está costando hacer oportunidades claras de gol, y las pocas que tenemos, no las conseguimos materializa, en Puertollano incluso fallamos un penalti y un remate mío de cabeza se estrelló en el larguero”, se lamenta.
No obstante lo dicho, Gabri desvela que el cuerpo técnico no piensa modificar ni un ápice sus ideas no desviarse hacia un fútbol más pragmático. “Sabemos que es más fácil destruir que crear, pero el entrenador tiene las ideas muy claras y es fiel a ellas, además la plantilla se ha construido para este tipo de juego. Seguimos trabajando con tres centrocampistas y tenemos muy asumido el 4-3-3 y lo de tener el balón, igual lo que necesitamos es crear más ocasiones”, insiste.
A pesar de las dificultades, Gabri califica de “nada malo” el arranque del San Roque, al tiempo que subraya que “mientras fuera nos está costando, en casa estamos fuertes. Mañana sábado intentaremos hacer las suficientes ocasiones para marcar dos o más goles, aunque ante un rival como el Sevilla Atlético, será difícil, pero por nosotros no quedará”.
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