Sabor extraño, punto agridulce, mala fortuna, esta vez que no restó. Alegría pero decepción también… todas esas sensaciones son las que se entremezclan en el sanrroquismo tras el empate del CD San Roque de Lepe en la Nueva Condomina. Es cierto que es el equipo que ha acabado con la imbatilidad del Real Murcia en su estadio; tampoco es menos cierto que el cuadro de Iñaki Alonso perdonó cuando estaba por delante en el marcador; pero los leperos perdonaron la victoria en el añadido, acumulando una ocasión clamorosa tras otra, con 3 palos y el balón que se negaba a entrar en la portería local por más que se paseara por la línea de gol sin querar traspasar la fina línea que separaba la gloria de un solo punto.
Y eso que además el cuadro de Sergio Lobera entró enchufadísimo al terreno de juego y en media hora acumuló ocasiones y juego como para ponerse por delante. La primera fue un disparo de Gabri que culminaba una jugada personal y que se escapó algo desviado; la siguiente fue la mejor: corría el minuto 9 y el balón llegaba a Óscar en el interior del área, quien se sacó un disparo a la media vuelta que superó al meta local y que se estrelló en el travesaño.
El choque se fue igualando con el paso de los minutos y el Murcia empezó a imponer su condición de local y de favorito, si bien el San Roque apenas pasaba apuros gracias a la solidaridad de un grupo que se hace fuerte con este tipo de retos. Cheli lo intentaba por la derecha, pero apenas le llegaban balones con los que probar a su par, aunque en una de esas jugadas que buscaban al lepero en el minuto 29 se saldó con un balón suelto en la frontal que enganchó Jaume de volea viniendo desde atrás, obligando al meta Alberto a hacer el paradón de la noche. En el consiguiente saque de esquina Germán cabeceó la bola y éste se escapó a milímetros del palo de la portería pimentonera.
Más o menos a partir de entonces el Murcia se hizo con el mando del choque y comenzó a crear peligro con cierta frecuencia, si bien ninguna de las ocasiones de las que gozó fue demasiado clara, a excepción de una jugada personal de Richi, quien regateó a cuantos defensas le salieron al paso, aunque golpeó muy mal con la derecha cuando lo tenía todo a favor.
Era un anticipo de lo que vendría en la segunda mitad, pues el Real Murcia salió en tromba en busca de la meta de Pau y la encontró bien pronto en el 47, tras un fallo en cadena de la defensa lepera, que provocó que el balón le llegara a Cañadas, que realizó un gran movimiento para acomodarse y fusilar el palo corto de Pau. No le sentó nada bien el gol encajado al San Roque y en los siguientes minutos estuvo a punto de tirar por tierra todo el buen trabajo realizado en la primera mitad. Primer Pedro y posteriormente Albiol desperdiciaron sendas oportunidades clamorosas para sentenciar el choque, algo que los pimentoneros terminaron pagando, aunque la factura final no fue demasiado cara.
El San Roque se rehizo y comenzó a jugar a su fútbol de toque, lo que le devolvió la iniciativa del partido y minutos más tarde encontró el premio que tanto estaba buscando cuando en el minuto 62 Óscar comenzó una galopada en tres cuartos de campo, se perfiló para el tiro y golpeó con tal precisión que enchufó la bola por la escuadra de Alberto, vacunando a los locales por primera vez en la temporada en su estadio, paso del Real Madrid incluido.
Entonces al Murcia le entraron las dudas y también los cambios de Sergio Lobera le dio un nuevo aire al equipo, pasando a controlar los últimos minutos y terminó el choque encerrando a los locales en su área pequeña. Recién cumplido el minuto 90, un córner botado por Alfaro lo remató Zou y lo rechazó Alberto como pudo: la bola le quedó a Germán dentro del área pequeña y la remachó con la izquierda, golpeando violentamente el palo, quedó muerta sobre la línea de gol y Hornillo no pudo terminar de introducirla.
Y después un nuevo córner que remató Zou, Alberto lo tocó, la pelota tocó en el palo, quedó de nuevo muerta cerquita de la línea y el propio marroquí y Óscar se estorbaron a la hora de introducir la bola en la meta contraria.
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