
Derrota del Recre B. No dio una buena imagen el equipo albiazul en tierras linenses, donde cayó por un corto marcador de 2-1, pero que pudo ser peor de haber mediado la mala puntería del equipo local. Y es que la Balona fue fiel al guión que parece haberse autoimpuesto: perdonar y perdonar durante todo el primer tiempo y acabar, si no pidiendo la hora, al menos con el ánimo achicado por el riesgo de ver volar dos puntos.
El Recre B, la verdad, pasó por La Línea sin pena ni gloria. Con muchos menos méritos de los que señala el marcador. Blandito atrás, sin apenas una muestra de calidad individual y con su supuesto referente balompédico, Chus Hevia en el limbo. Resulta complicado entender que este colectivo empezase el partido a sólo tres puntos del equipo de La Línea.

La Balompédica pudo, ante un rival inerte, ensañarse durante el primer periodo, en el que los cachorros del Decano no lanzaron una sola vez entre los tres palos. Todo lo contrario del equipo de casa, que ya a los dos minutos pudo ponerse por delante, pero Cristian se estrelló en Ángel. El meta fue, de largo, lo mejor de la escuadra visitante.
Ese primer tiempo fue un monólogo de la Balona ante un rival que no existió. La retaguardia adelantada pasaba factura a los jugadores de Quevedo, que se salvaron un par de veces en fueras de juego muy al límite, hasta que en el 21' Juampe rompió en velocidad y definió a la perfección entre las protestas de los zagueros visitantes. Estaba claro que su estrategia defensiva en el límite del riesgo acabaría por pasarle factura.
Con el rival tambaleándose fue el propio Juampe el que habilitó a David Hernández, que encontró premio al trabajo oscuro que realiza (2-0).
El partido no cambió de rumbo. La Balona jugaba a sus anchas, gustándose, con velocidad, haciendo circular el esférico a buen ritmo y disfrutando de oportunidades para algo, para mucho más que haber cerrado el resultado. David Hernández y Cristian tuvieron en sus botas las más claras. Ángel fue otra vez el obstáculo insalvable.
En el vestuario la Balompédica se ahogo en su convencimiento de que el partido estaba resuelto y se puso a echar la siesta. El que volvió al campo fue un cuadro sin el pulso, el ritmo y la intensidad del primer periodo. Y lo que es peor, sin su fútbol.

La Balona se contagió de la falta de pulso de su contrincante, que en el 67', por mediación de Álvaro, cabeceó su primer lanzamiento a puerta en toda la tarde. No es que el filial despertase, pero al menos se desperezó y en el 72' Álex Zambrano hizo un auténtico golazo desde la frontal después de un saque de esquina.
Apenas hubo más fútbol. Es verdad que el balón se paseó un par de veces por la zona de Camacho, pero ocasión, lo que se dice ocasión, sólo la tuvo Copi, que en el 88' se encontró sólo ante Ángel, al que dio la oportunidad de hacer su último paradón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario