El San Roque de Lepe sigue soñando, lo sigue haciendo el equipo, su cuerpo técnico y su afición; éstos asistieron a la última victoria de los suyos en un encuentro marcado por el buen ambiente, el estupendo estado del césped y por la dedicatoria que sus compañeros le han hecho al bueno de Alfaro, que se lesionó de gravedad durante la semana y que ha servido de acicate a los de Sergio Lobera para unirse como una piña y lograr un nuevo triunfo en el Municipal, que acerca al cuadro aurinegro a los puestos de privilegio del Grupo IV de Segunda B. Esta tarde fue declarado el estado de felicidad en la parroquia lepera, que tiene vía libre para soñar con todo aquello que parecía impensable hace sólo unos años.
El encuentro comenzó frenético, con dos oportunidades muy claras, una en cada portería. A los 2 minutos, Pereira hacía la diagonal con Cheli, que controló con el pecho y encaró a Razak, pero el meta bético anduvo rápido para tapar el disparo a bocajarro del lepero, que no acabó en gol de puro milagro; e igualmente de milagroso fue el no gol del Betis B a los 6 minutos, en una mano a mano de Carlos con Pau que el delantero bético envió fuera tras levantar la bola a la salida del meta de Capellades. El césped estaba rápido, de dulce para dos equipos que se caracterizan por el buen trato del balón, por lo que la balanza podía inclinarse por un lado u otro en cualquier momento.
Afortunadamente para los intereses aurinegros, la suerte, buscada, cayó de su lado en una acción que se produjo antes del cuarto de hora de partido: ruptura del fuera de juego de Julio de Dios, que encaró a Razak, lo regateó y el meta bético derribó con estrépito al centrocampista de Jabalquinto, cortando una ocasión manifiesta de gol. El colegiado no dudó un instante en señalar el penalti y la consiguiente tarjeta roja para el meta visitante. Germán era el encargado de ajustar al palo y poner el 1-0 en el marcador. Quedaba casi todo el partido por delante y el San Roque ya jugaba con ventaja en el marcador y sobre el terreno de juego. Tras la consecución del tanto, el San Roque quiso manejar el encuentro, intentando no dar lugar a despistes que pudieran igualar el choque, con una defensa atentísima y un centro del campo bien colocado y férreo en acciones de contención. Así, el filial verdiblanco sólo pudo contar en su haber con una ocasión que acabó en nada gracias a la intervención de Jaume.
Por tanto, antes de la media hora, con todo controlado, hubo lugar para una ocasiones por parte lepera, con un cheli muy activo en la banda derecha, aprovechando la superioridad numérica que se generaban en su zona de influencia tras el cambio realizado por Mariano Suárez. Así, con un juego bien hilvanado fueron llegando las ocasiones. En el minuto 31 estuvo a punto de llegar en 2-0, en una brillante jugada de Ekedo, que sirvió a la corta para Cheli, que golpeó ante Adrián con el exterior de su bota derecha, obligando al portero visitante a realizar un excelente parada con el objeto de evitar el tanto. Poco después, combinaban Cheli y Fernando y sólo la intervención de la defensa en el último suspiro evitó un nuevo gol. De resultas de ese saque de esquina, Vidal centró sin que tocara nadie y el balón se marchó lamiendo el palo derecho de la meta verdiblanca. Eran los buenos minutos locales, quizá los mejores del choque. Antes del descanso Julio de Dios pudo poner más ventaja en el marcador a centro de Cheli, pero su disparo tras un centro de Cheli, se marchó increíblemente fuera, aunque quizá el jiennense se vio estorbado por Gabri, que también estaba con la caña preparada.
Tras el descanso, el San Roque quiso controlar algo más la situación y por ello tardó 11 minutos en disparar a portería, muy alto. Eso sí, entre medias, ningún apuro y control absoluto de la situación, en busca de un segundo tanto que diera tranquilidad a la afición y al propio equipo. Antes de la hora de choque, Vidal sacó un córner desde la derecha, que remató Germán libre de marca, pero que se marchó fuera por milímetros. El susto llegó en el minuto 63, en una acción de córner en el área local: Agudo remataba al fondo de la red el saque de esquina, pero la acción estaba invalidada anteriormente por el colegiado por una falta del jugador, que se deshizo de su marca con un claro empujón.
En pleno desarrollo de la segunda mitad, las llegadas del equipo aurinegro, tras el susto anterior, se fueron intensificando, de forma que el gol parecía inminente, a poco que los delanteros estuvieran acertados; y vaya si lo estuvieron: en el minuto 67, Dani Salas servía a Fernando en el interior del área y el pileño golpeó de primeras y casi sin ángulo, batiendo a Adrián por debajo de las piernas, llevando el 2-0 al marcador, al tranquilidad al público y el octavo tanto del curso en su cuenta particular.
El único atisbo de reacción que tuvo entonces el Betis B se produjo a continuación, en dos jugadas consecutivas y muy similares. Los jugadores béticos aprovecharon la momentánea lesión de Vidal, posteriormente sustituido, para ingresar en el área hasta por dos veces para encarar a Pau, y en ninguna de las dos ocasiones sacaron rédito alguno. Los cambios restantes que le quedaban al San Roque sirvieron para reactivar al equipo, y tanto Juanje, como Pedro Marques, como Dani Salas vinieron a refrescar las ideas y las piernas, haciendo del cuadro lepero el dominador total del partido y de las ocasiones hasta el final del choque. Así, los leperos pudieron poner la guinda en varios momentos, pero finalmente no hizo ninguna falta. El cuadro aurinegro, pues, se coloca con 63 puntos, empatado con Cádiz y Melilla, a falta de que éstos disputen su partido en la matinal del domingo. Mientras tanto, Lepe y el San Roque sueñan y se preparan para el encuentro del próximo domingo de Romería a las 18:00 horas en El Ejido.
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