
Tiene trece inquilinos seguros, los once equipos andaluces más los dos de las ciudades autónomas. Quedan siete más hasta llegar a los veinte correspondientes y el abanico de posibilidades no es demasiado amplio.
La composición matemática que sale a la primera es la de unir los cinco conjuntos de Castilla-La Mancha y los dos de la Región de Murcia. La suma es tan sencilla como la oposición de los equipos manchegos a integrarse en el IV a excepción del Puertollano, que sí quiere seguir en este grupo en el que compitió el curso anterior.
Los otros cuatro -Albacete, Conquense, Toledo y el recién ascendido La Roda- apuestan por integrarse en el III, formado habitualmente por clubes de la franja mediterránea. El problema en este grupo es que catalanes, valenciamos, mallorquines y manchegos sumarían 21. La cuenta no sale.
La propuesta manchega choca con la efectuada ayer por los diez equipos de Castilla y León, que apuestan por un grupo con los cuatro extremeños, otros tantos de Galicia y dos asturianos. De prosperar esta opción, los conjuntos de Castilla-La Manchaa estarían condenados a caer en el mismo grupo del San Roque.
El presidente de la comisión de Segunda B de la Real Federación Española de Fútbol, Marcelinó Maté, señalaba ayer que la intención es "atender lo que se pueda atender" en alusión a las preferencias que pueden mostrar los equipos.
Otra posibilidad en el IV es la suma de los trece fijos, más los cuatro extremeños, los dos murcianos y el Puertollano, opción que se presenta como más probable si se tiene en cuenta que los otro cuatro de Castilla-La Mancha están pujando por otro grupo.
En el caso de que la RFEF desatienda la petición encabezada por el Albacete, el encaje en el IV podrían ser los trece -entre andaluces, Ceuta y Melilla- más los cinco manchegos y los dos de la Región de Murcia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario