Muchas dudas. A veces los partidos de preparación no sirven ni para eso. Con dos rivales tan opuestos en cuanto a nivel futbolístico, las pruebas quedan en eso. Sólo pruebas. Y después de ver el encuentro de ayer entre la Olímpica y el Recreativo de Huelva el ensayo no dejó los resultados esperados. Sobre todo para Álvaro Cervera. Sin embargo, para los locales, fue lo esperado.
El Memorial Guti pasará a la historia por el cartel, por los nombres, pero poco por el fútbol. Y eso que en el cuadro de Cervera se probaron muchas cosas. Se intentó jugar el primer tiempo con una defensa al filo de lo imposible, adelantada, muy adelantada para la velocidad valverdeña.
También se formó un trivote con Matamala, Kike Tortosa y Álex Quillo. Todo un acierto. Gran movilidad de estos hombres, abasteciendo de balones a los cuchillos de Juan Villar y Fidel, éste último, lo mejor del primer tramo. Lo puede atestiguar Asen, que fue un espectador más del encuentro.
Con la rapidez con la que movían el esférico en el centro del campo el trío mágico llegaron las primeras ocasiones de peligro. Manolo Martínez estrella un cabezazo en el larguero en los prolegómenos del primer tanto recreativista, obra de Álvaro Vega tras un rechace dentro del área. Minuto ocho, demasiado premio.
El partido casi no había comenzado y el Recre ya iba ganando. Un duro palo para los valverdeños, que se limitaron durante todo el encuentro -mientras tuvo fuerza se intensificó esta labor- a lanzar balones largos a la espalda de la defensa buscando la velocidad de Cata y Garfia y la buena posición de Carlos Maestre.
Con este argumento, la Olímpica gozó de varias ocasiones tras el gol de Vega. Primero Maestre remata de cabeza muy cerca del palo y después Cata no acierta por un palmo en el segundo palo un centro desde la izquierda.
A todo esto el trivote seguía a lo suyo. Juego rápido, combinativo y balones a Juan Villar y a Fidel. Es decir, balones a las bandas. Con el de Aroche muy espeso, Fidel se colgó los galones. Probó una y otra vez a Prado. Encontró un filón que no fue aprovechado por sus compañeros, que optaban por diversificar el juego dando la espalda a este filón, o bien, tiraban desde lejos ante la muralla valverdeña.
El trabajo de contención de Mario, Camilo y Dani Carrasco en la medular fue haciendo mella sobre el trivote. Ya el juego no se asistía por el centro y rápidamente buscaba a Fidel, que hacía mucho daño por su banda hasta el descanso. Cosas de pruebas. Fallos de planificación.
Entre tanto, era la Olímpica la que disfrutaba de la mejor ocasión del primer tiempo. Carlos Maestre su protagonista. El '9' se plantó solo ante Alejandro después de un pase entre líneas de Cata. La defensa tan adelantada tiene esas cosas. De nuevo, culpo a las pruebas.
Entre balones largos de la Olímpica, la inseguridad defensiva, tiros lejanos del Decano y un gol de Álex Quillo de cabeza superando a sus rivales se acabó la primera mitad.
En la segunda parte el Recre hizo todo lo contrario. Mejoró y bastante en defensa -Cervera retrasó la posición de la retaguardia- y mostró muchas dudas en ataque. Sin extremos es lógico.
La Olímpica sólo se asomaba por el flanco de Cata. El Recreativo, cuando lo hacía, disparaba de lejos. Sólo por inercia maquilló el resultado con dos goles más. Borja Granero se hacía con una mal blocaje de Hugo Gretener en el minuto 75 y Kepa a la media vuelta marcaba el cuarto para el Recreativo. Muchas pruebas, las mismas dudas, el mismo resultado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario