Si bien la Liga ha empezado de forma aceptable aunque con algún que otro titubeo, la Copa del Rey es diferente. Tiene ese encanto de torneo a partido único –al menos hasta cuarta ronda– y el San Roque quiere convertirse en ese equipo modesto de Segunda B que todos los años tiene el premio de jugar con Madrid o Barça.
Ésa es la meta del equipo de Luis García Tevenet en esta competición. El hecho de quedar exento de la primera ronda de la misma alberga esperanzas para conseguir ese objetivo. Además, la segunda ronda –la que juega hoy a partir de las 21.00 horas ante el Villanovense– se disputa en casa y si logra la clasificación sólo tendrá que superar una ronda más –también a partido único– para verse las caras con un conjunto que esté inmerso en competición continental (Barcelona, Real Madrid, Villarreal, Valencia, Athletic o Atlético de Madrid).
Por ello, Luis García Tevenet no prevé muchos cambios en el once. Quizás algunos, para dar descanso a los más habituales, también pensando en el choque del próximo fin de semana ante el Real Jaén. El técnico sevillano es consciente de que esta competición es muy atractiva no sólo de cara al aficionado, sino también al dueño que estará muy pendiente de si el proyecto marcha por el camino correcto.
Pensar en jugar ante el Real Madrid o el Barcelona puede servir de acicate, pero también puede tener su vertiente negativa, ya que una eliminación hoy supondría un palo muy grande por las ilusiones que se han generado en torno al encuentro.
Rival. El Villanovense no es moco de pavo y llega a Lepe con la lección bien aprendida. No en vano, la pasada semana logró imponerse a domicilio al Ceuta dejando muestras de su calidad ante un rival al que superó, sobre todo merced a su juego directo.
Además, el choque podría tener tintes de revancha para el cuadro pacense. En la temporada del ascenso a Segunda División B, el San Roque dejó en el camino al Villanovense tras imponerse en los dos campos. Ahora, tres años después vuelven a verse las caras y se espera un choque espeso, donde el conjunto visitante intentará dejar jugar lo menos posible para así llevar el encuentro a su terreno. No será fácil, pero la afición se ha volcado con el encuentro consciente de que se están jugando mucho en el envite. Un triunfo supondría estar a 90 minutos de poder cruzarse con uno de los grandes de la Liga BBVA que se traduciría en importantes ingresos económicos.
Por ello, hay que ganar para pensar en que se pueden conseguir los objetivos que se han marcado para la presente temporada.
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