
Fue el Pozoblanco muy superior. Eso sí, por poner algún parche, los onubenses podrían agarrarse a que su equipo se quedó en inferioridad numérica nada más comenzar la segunda mitad, con unas manos más propias de un patio de colegio, que llevaron a Guarte a la caseta por doble amarilla. A esas alturas, el Pozoblanco ya iba por delante, merced a un tanto de Isidro.
La débil defensa visitante se fracturaba cada vez que Isidro o Pedro desbordaban. El segundo tanto se veía venir en el horizonte más próximo, pero tirando de experiencia, el Ayamonte aguantó el 1-0 al descanso.
No hubo margen de mejora, porque Guarte, con una amarilla a sus espaldas, no pudo evitar el acto reflejo de ayudarse con el brazo para controlar un balón en mediocampo.
El Ayamonte debía afrontar toda la segunda mitad con un hombre menos, una losa demasiado pesada. Isidro, tras zafarse de su par, hizo el segundo y con el Ayamonte roto anímica y físicamente, Calatayud certificaba la goleada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario