NO A LA REESTRUCTURACION

Los setenta y siete clubes que continúan en competición en la Segunda división B no abogan por una reestructuración de la categoría a corto plazo y, en ningún caso, contemplan esa posibilidad de cara a la temporada venidera. Eso es, al menos, lo que se deduce de la reunión que mantuvo en Madrid la Comisión que aglutina a las entidades deportivas de la categoría de bronce, en la que quedó patente la defensa de la continuidad del formato actual, con cuatro grupos de veinte equipos así como del vigente sistema para conseguir el ascenso, que garantiza el salto de categoría a dos de los campeones de la primera fase.

El presidente de dicha comisión -que lo es a su vez de la Federación de Castilla La Mancha- Marcelino Maté, hizo suyas, en el transcurso de dicha reunión, las palabras pronunciadas por el presidente de la Real Federación Española, Ángel María Villar, hace menos de dos semanas en un acto celebrado en la localidad madrileña de Bembibre. En su alocuión Villar exaltó la vigencia de dicho modelo y culpó de los problemas de la división de bronce y de sus clubes a la propia coyuntura económica general que afecta a la sociedad.

"La Segunda División B padece la crisis que hay en todo el país", afirmó el máximo responsable del balompié patrio. "Se nota más en esta categoría porque tiene pocos ingresos. El año pasado se decidió que la Segunda división B siguiese así, que es ideal. Lleva casi 25 años con esta estructura. Cuando ha durado tanto, es porque no es mala".

En los últimos días el presidente de la Federación Extremeña, Juan de Dios Monterde, ha defendido en diferentes foros la necesidad de un cambio, para ampliar la Segunda División A de dos grupos y una Segunda División B de ocho, pero ha LNFP no ha tardado en enviar un aviso a navegantes: "Los clubes del fútbol profesional no van a permitir que sus ingresos, que ya dicen que son pocos, se repartan entre más equipos", advierte.

El único cambio notable de cara al inicio de la próxima temporada es la concesión hecha por la Federación a la AFE hace ya varios meses: aquellos clubes que arrastren deudas con los jugadores tendrán que avalar gran parte de su presupuesto, algo que ya sucede en deportes como el baloncesto. Entre otras muchísimas ventajas, esta medida intenta acabar con el agujero legal al que se han agarrado los clubes inmersos en Ley Concursal, una situación que permitió el pasado mes de agosto comenzar a competir al hoy expulsado Poli Ejido.

"Los clubes deben pagar lo que pueden", advierte la Federación. "Ahora mismo muchos se están gastando el ochenta y cinco de su presupuesto en pagar a sus jugadores. Eso es una aberración. Llevamos tiempo trabajando en el control económico. Con los controles que estamos estableciendo, en dos o tres años los contratos serán más razonables y la categoría será más seria. La competición se adultera desde el momento en el que unos pagan lo que pueden y otros prometen lo que no pueden pagar".