“Como a todos acaba pasando, también a mí me llegó la hora de la despedida. Y, siendo sincero conmigo mismo, me despido del Recreativo de Huelva con una media sonrisa en la cara.
Tras unos días de reflexión serena y sana, tengo muy claro que no puede caber ningún pensamiento ni sentimiento negativo en este momento hacia nada ni nadie.
Sólo me sale mirar atrás, detenerme en aquel verano de hace 9 años, cuando recibí la llamada del entonces coordinador de la cantera, Manolo Bautista. Quería citarme para el día siguiente, pero yo no pude aguantar y le dije que iría en ese mismo día. Al rato ya estaba dándole la mano a aquel inolvidable hombre que tantas horas dedicó a los escalafones inferiores. Con sólo 23 años ya estaba en el equipo de mis sueños, tan difícil de creer como que esa hermosa aventura haya durado la friolera de 9 años.
Y miro atrás y no puedo evitar que se me escape alguna lágrima, por tantos momentos vividos, por tanta gente, por todo lo que me ha dado este maravilloso club. Ya he hablado de Manolo y casi al instante me resulta inevitable acordarme de Antonio ‘el pescadero’, dos hombres que no debemos dejar caer en olvido por lo que han significado en la historia del club y que, lamentablemente, Dios se llevó antes de lo que sé merecían. Con ellos, mi agradecimiento también para toda la gente de administración, Cinta, Manolo Pedraza, María del Mar, por su ayuda año tras año.
Y hablando de ayuda, y casi rozando lo abusivo por mí parte, tengo que destacar a Nardy Lafuente, quien durante todo este tiempo no ha dejado de extenderme su brazo a veces como compañero de trabajo, otras como técnico, como amigo, y casi como un padre. Mil gracias.
No menos importantes para mí, sobre todo en el plano afectivo, son Pepe y su hijo, los encargados de que en la Ciudad Deportiva los entrenadores nos sintamos como en casa. Con vosotros dejo parte de mi corazón.
También quiero despedirme agradeciendo todo lo que me han enseñado y ayudado verdaderos ‘cracks’ en sus materias, como Miguel Ángel Campos, José Manuel Santisteban, Paco Antonio y Pepe Delgado. Sé que no podré devolveros nunca todo lo que me habéis aportado.
Mención especial merece Antonio Segovia, el hombre que cambió el rumbo de la cantera y con quien por primera vez empezamos a competir sin complejos con el resto de equipos de Andalucía y España. Su secreto era simple, hacer del Recreativo una familia donde todos nos sentíamos importantes, y cuando digo todos, digo cuerpos técnicos, jugadores y familias, quienes sabíamos que en su despacho siempre podíamos encontrar palabras sinceras y de apoyo. Gracias por todo lo que hemos compartido juntos que ha hecho que nuestra relación pase lo meramente profesional.
Y si algo me saca una sonrisa en este momento son ‘mis jugadores’. Cuánto me han aportado todos los futbolistas a los que he tenido el placer de entrenar durante estas 9 temporadas… Ellos creían que yo les enseñaba, cuando realmente era yo el que estaba aprendiendo. Con ellos he crecido como entrenador y como persona, y en cada uno de ellos he intentado poner mi granito de arena para que en un futuro fuesen buenos deportistas y grandes personas. Y me consta que todos lo han acabado siendo, motivo para mi orgullo. No sabéis lo importante que han sido para mí y los míos vuestros mensajes de apoyo y ánimo que me habéis mandado estos días. Gracias de todo corazón.
Y como de tal palo tal astilla, pues a este club le debo también la suerte de haber conocido a gente fantástica de todos los rincones de nuestra provincia. Son los padres y madres de nuestros jugadores. Auténticos héroes por todo el sacrificio que hacen año tras año por sus hijos, de dinero, de kilómetros y kilómetros, de tiempo… En este sentido, me llevo amigos de Ayamonte, Almonte, Gibraleón, Huelva, Nerva, Rociana, Bollullos, La Palma, etc. etc.
También quiero mostrar mi gratitud a todos los compañeros que he tenido en el Decano en estas temporadas, desde aquellos con los que compartí vestuarios en Los Maristas, hasta todos con los que he coincidido ya en la Ciudad Deportiva, pues todos me permitisteis robaros parte de vuestros conocimientos para ir cimentando los míos.
Y, cómo no, el mayor de los agradecimientos y reconocimientos para todas las personas que durante todo este tiempo han formado parte de mi cuerpo técnico, entrenadores, preparadores físicos, delegados… Con una mención especial para mi cuerpo técnico de esta temporada formado por Paco Pichardo, Diego Rodríguez y Edu Ozcorta.
Y he dejado aparte a nuestro delegado, Andrés Franco, a mi amigo, que sale del club habiendo dado una lección de moralidad y de recreativismo sin precedentes y de la que yo especialmente me siento enormemente orgulloso, aunque hayamos pagado el precio que ya sabemos.
Deseando la mayor de las suertes para todos los que se quedan en el club, porque será la suerte de todos los recreativistas, me despido con un “hasta luego” porque sé que tarde o temprano volveré al Real Club Recreativo de Huelva, mi casa“.
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