He dejado pasar unos días, por miedo a decir cualquier burrada, más propia de un calentón que de una persona que se considera normal como es en este caso el mío.
El motivo de escribir estas líneas, es para mandar un mensaje, a quien corresponda porque esto hay que pararlo ya porque de lo contrario iremos a peor.
Si tuvieron la ocasión de presenciar, el partido que jugaron, el pasado Domingo San Juan e Iliplense, tuvo un triste protagonista y ese no fue otro, que el árbitro de la contienda que mostró un total de 32 tarjetas!!! Seis de ellas rojas.
Hace unos días, una persona, amparándose en el anonimato, aunque perfectamente localizada, me hablaba, de caza de brujas por parte del colectivo arbitrar de la persona que escribe estas líneas.
A mí me gustaría, preguntarle, que como puedo llamar a arbitrajes como el del pasado domingo en el que un señor muestra tantas tarjetas a dos equipos en un partido en el que no hubo ni un mal gesto ni una mala mirada y en él ambos quedaron descontentos con la actuación de la trencilla de turno.
Yo por mi parte lo tengo decidido y cierro mi capitulo de reproches a los árbitros, porque lo que pienso de ellos os lo he comentado muchísimas veces y nadie me va a hacer cambiar de opinión, pero tampoco, estoy por la labor de que se manche el honor del equipo de mi pueblo ni de ninguno de los chavaes que práctican el fútbol porque aunque, a veces cometan errores, son buenas personas y tienen buen fondo. Soy de los que piensan, que lo bueno siempre hay que copiarlo, para aplicarlo a la vida real y en esto del arbitraje Collina era un fenómeno ya que se paraba a dialogar y con ello relajaba el ambiente, cuando, las cosas se ponían mal en el campo.
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