En la primera parte los bilbainos fueron dueños del centro del campo, con el triángulo formado por Gurpegui, Javi Martínez y Yeste, con Llorente arriba, que dio todo un recital de controles, desmarques y pases interiores. De las botas de Llorente partieron los pases de los dos primeros goles, logrados por Susaeta y Yeste.
El San Roque bastante tenía con aguantar el chaparrón de juego vasco; hasta el minuto 20 no se acercaron los leperos al área de Iraizoz, con un par de arrancadas de Nacho Cabet por la banda derecha. Sin embargo, en ningún momento inquietó el conjunto aurinegro al meta visitante, que sólo tuvo que intervenir para atrapar algún centro lejano.
Mención especial merece el juego de Yeste; el zurdo del Athletic demostró su calidad en un par de controles que hicieron levantar murmullos de admiración en las abarrotadas gradas del Municipal lepero.
Con el tercer gol de Llorente aprovechando un regalo de la defensa se llegó al descanso.
En la segunda parte Joaquín Caparrós cambió el equipo prácticamente al completo, pero eso no sirvió para que el San Roque llevara más peligro a la meta bilbaina. Etxeberría hizo sangre en tres ocasiones en la defensa local, con tres goles, demostrando una gran calidad, sobre todo uno en el que mandó el balón a la escuadra sin que el portero pudiera hacer nada.
La única oportunidad lepera llegó sobre la media hora, en una dejada de cabeza de Capi que Rubén mandó fuera por poco. Ahí se acabaron las ocasiones del San Roque, que dejó la sensación de que le queda mucho trabajo por delante para encarar la temporada con los objetivos marcados de mirar la zona alta de la tabla, mientras que al Ath. Bilbao se le notó, aparte de la diferencia de categoría, que lleva bastante más rodaje que el equipo lepero, que ha empezado su pretemporada hace pocos días.
La próxima cita del San Roque será el 31 de este mes, rindiendo visita a un rival bastante más asequible, el Tomares sevillano que milita en Primera Andaluza
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