El colista, UD Tesorillo, ha resultado en La Palma un equipo digno, que ha hecho su juego, ha querido puntuar e incluso ganar, pero su principal cruz, la falta de pegada en los metros finales, le ha privado de hacerlo.
Delante, La Palma CF, el mejor equipo de la segunda vuelta , simplemente, no ha tenido su mejor día. En fases del partido dio la impresión de estar cansado, fatigado, agarrotado, o algo similar, porque parecía querer sacar el partido andando, y esto sabemos que es imposible. Lo mejor, resultado aparte, la solvencia mostrada. Lo peor: que no solo perdemos a Alonso para Conil, sino que con la expulsión de hoy, seguirá con cuatro amarillas cuando reaparezca. O lo que es lo mismo, a un paso de otra nueva sanción por acumulación.
El Tesorillo hizo lo mejor en ataque en los primeros 10 minutos. Así en el 6 un centro atrás desde la línea de fondo no encuentra a ninguno de los dos rematadores que había, y sobre todo en el 7, cuando Carenote, sólo delante de Benjumea, la manda fuera incomprensiblemente. Lo demás, cierto dominio en el centro del campo, pero sin ninguna claridad ni profundidad.
Por su parte, La Palma CF reclamó un posible penalti sobre Marroco en el 11, que le costó la amarilla, al interpretar Álvarez Vega (de Sevilla) que pretendía engañarle. Un minuto después, Alonso despertó a su equipo con un remate que atrapó Miguel, y con el lanzamiento de una falta al borde del área, en el 16, que acaba con idéntico final. La Palma empieza a crear, pero no se parece en nada al equipo que está maravillando en casa a sus fieles, no es capaz de dar tres pases seguidos. Con este panorama el gol sólo podía llegar con un error de la defensa visitante, que dejó pasar un balón en profundidad pensando que nadie llegaba por detrás, pero al que llegó el de siempre, Fermín, que eso sí, definió “de cine” para llevar el 1-0, y la consiguiente alegría a las gradas.
El Tesorillo había fallado su opción más clara y La Palma, no. Esto empezó a inclinar el partido hacia el cuadro de Cabello. El juego no era vistoso, pero aún así, la máquina palmerina dispuso de varias opciones en el último tramo de la primera mitad para incrementar la renta. Así, en el 40, una contra magistral se queda sin remate, pero sobre todo, en la prolongación, el cancerbero Miguel se luce cuando Carlos Torres le manda un misil con muchísima intención. Sin duda, el guardameta salva aquí los muebles, y mantiene la esperanza de hacer algo positivo para su equipo. Antes de esto, asistimos a otra de las malas noticias de hoy, Ángel Gutiérrez deja su sitio en el 32 a Jose a causa de unas molestias.
Quizás, si Carlos Torres hubiese marcado antes del descanso, con el panorama más despejado, Cabello hubiese retirado a Alonso para protegerle de su posible sanción. Y esto era quizás lo que todos en la grada esperaban, que La Palma cerrara el partido rápido y todos tan contentos. Pero quedaba mucho que sufrir. En el 53, Benjumea le devuelva la moneda a su colega Miguel, y hace un paradón de escándalo salvando el empate. El Tesorillo no llegaría más a puerta, pero el partido se volvería aún más feo. Y eso, que La Palma dispondrá de opciones claras a pesar de seguir sin completar tres pases seguidos. Opciones para Fermín en el 52, Alonso en el 64, un más que posible penalti al mismo Alonso en el 66, y otra de Carlos Torres en el 69. Todo esto antes de la expulsión absurda de Selu, que ve roja directa, supuestamente por insultar al asistente.
La Palma pudo cerrar el encuentro y seguía sin hacerlo aún con superioridad numérica. Circunstancia ésta que se igualaría entre los minutos 75 y 80, el tiempo que tardaría el colegiado en mostrar dos amarillas a Alonso por, según él, simular otros tantos penalties. La consecuencia ya se ha comentado antes: no juega en Conil y sigue de nuevo al filo del ciclo de amarillas.
De aquí al final, con 10 contra 10, La Palma no quiere que peligre los tres puntos y tiene un poco más de control de balón. Fermín pudo hacer doblete tras una brillante jugada personal en el área pequeña, pero con todo a favor, tras hacer lo más complicado, la mandó a las nubes. En el 87, y tras cinco posibles penalties, Álvarez Vega, señala por fin el punto fatídico. Lo lanza Carlos Torres como mandan los cánones y pone la tranquilidad, 2-0, a falta de varias minutos para el término. Incluso en el descuento, Peroles que había entrado minutos antes vio como un defensa sacó el tercero, que ya se cantaba, en la misma línea de gol.
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